Lamine Yamal es el nuevo Messi. Es un futbolista único, el nuevo icono de un Barça en construcción. Solo tiene 17 años y en cada partido deja destellos de gran clase. Contra el Atalanta marcó un gol y fue una pesadilla para la defensa italiana.
Hansi Flick sabe que Lamine nunca se esconde. Es bueno en el uno contra uno, y letal con espacios. Contra el Atalanta marcó un gol increíble, en una acción muy meritoria que inició Lewandowski y continuó Raphinha.
El primer gol
Lamine Yamal estuvo mucho más activo que Raphinha y Lewandowski, sobre todo en la primera parte. En la segunda aceleró el juego con sus regates y sus carreras. También con sus diagonales.
Lamine y Raphinha, tras el primer gol del Barça
El Barça depende mucho de Lamine. Tal vez, demasiado. Sin él, el equipo tiene menos chispa y menos soluciones. El delantero también aporta carácter y valentía. Y contra el Atalanta acabó molesto cuando fue sustituido por Flick en el tiempo de añadido. El técnico le dio sus explicaciones y las aceptó. Pero Flick no le convenció. También en sus enfados se parece cada día más a Messi.