Szczesny no consigue detener un penalti en el Benfica-Barça

Szczesny no consigue detener un penalti en el Benfica-Barça EFE

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La noche negra de Szczesny con el Barça: ridículo choque de trenes con Balde y penalti

El portero polaco sacó por sí mismo a su propio equipo del partido, que había conseguido empatar el tanto inicial de las 'águilas', cometiendo pifia tras pifia

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El Barça hizo lo más difícil en Lisboa, en el Estadio da Luz. El equipo de Hansi Flick, en un feudo hostil, donde solo ha ganado una vez en su historia, consiguió empatar el gol tempranero del Benfica, en el minuto 2. Sin embargo, una apuesta del entrenador alemán, Wojciech Szczesny, decidió boicotear a su propio equipo.

El portero polaco volvió del retiro el pasado mes de noviembre para suplir a Ter Stegen, al no poder eludir los cantos de sirena de un club como el Barça. Tras varios meses de preparación, Szczesny no da síntomas de regresar al nivel que un día tuvo en Europa. Contra el Benfica, tuvo la culpa del segundo y el tercer gol lisboeta, con errores casi cómicos.

Szczesny, kamikaze

Flick decidió apostar por el exmeta de la Juventus tras solo jugar en Barbastro y la Supercopa de España. Le salió muy mal la jugada. Un portero del Barça debe jugar muy adelantado, para tapar el espacio que deja atrás la defensa. Pero una cosa es adelantarse y la otra ser un kamikaze.

Así actuó Szczesny en el gol de Pavlidis que puso por delante al Benfica, que marcó a portería vacía. Tras un balón largo, Balde consiguió atajar el envió largo a su espalda. Sin embargo, Szczesny salió para hacer lo mismo y se acabó llevando por delante al lateral de la Verneda, con una tremenda patada. Tras el brutal choque entre los dos jugadores del Barça, dos del Benfica quedaron solos a portería vacía.

Tropieza dos veces con la misma piedra

En el tercer gol lisboeta, Szczesny volvió a pecar de lo mismo. Dicen que el humano no tropieza dos veces con la misma piedra. No es el caso de Tek, que, ya como jugador veterano, el error anterior no le alteró la confianza en sí mismo. De nuevo, el Benfica entró en el área del Barça, con un pase al hueco.

Un envío que no era ni fuera del área ni en el área pequeña. Aún así, Szczesny fue a por todas, en una acción muy temeraria, en la que estaba más que claro que el jugador del Benfica llegaría mucho antes. Y así fue. Tek ya estaba abierto totalmente, extendiendo su cuerpo para tapar lo máximo posible su portería, cuando se llevó por delante al delantero.

O eso es lo que vio el equipo arbitral. Las cámaras de televisión no pudieron mostrar ninguna toma donde se viese contacto, pero la entrada fue tan extrema que, a priori, lo que consideraron los colegiados es que evitaba cualquier opción de disputar el esférico. Flick arriesgó y el Barça lo pagó caro. Szczesny completó una noche negra en Lisboa.