Wojciech Szczesny le ha complicado la vida al Barça en apenas media hora del encuentro de Champions League contra el Benfica (3-1). En una salida suicida, el guardameta polaco ha chocado con Alejandro Balde y le ha servido en bandeja el gol del doblete a Vangelis Pavlidis. 7 minutos más tarde, el portero ha vuelto a quedar en evidencia como protagonista negativo de la jornada. Penalti por otra intervención desafortunada en la que parecía haber derribado a Artürkoglu.
Sin embargo, tan cierta es la culpa del cancerbero en el resultado al descanso como la inexistencia de contacto en la pena máxima señalada por el árbitro Danny Makkelie. El delantero turco se deja caer cuando ve que Szczesny va a llegar tarde a su posición. El salto logra esquivar la figura del portero, pero el jugador cae directamente sobre el césped como si hubiera recibido la zancadilla. Ninguna toma del VAR respalda la decisión arbitral.
Piscinazo
Irónicamente, los colegiados en la sala de videoarbitraje tampoco han enviado al arbitro de campo al monitor con tal de que rectificase, a pesar de la ausencia de contacto. Szczesny recoge las piernas para eludir el impacto, y el atacante también acierta en su salto. Finalmente, los trencillas premian el piscinazo, incluso con las repeticiones a su disposición.
La toma del penalti señalado a Wojciech Szczesny en el Benfica-Barça demuestra que no existe contacto
El contacto inexistente de Szczesny y Arturkoglu en el Benfica-Barça
El penalti inexistente de Szczesny en el Benfica-Barça