Un rácano Atlético hunde la moral del Barça tras recibir un baño de fútbol
Un gol de Sorloth en el último suspiro castiga excesivamente al equipo azulgrana en Montjuïc
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Alexander Sorloth frustró al Barça. Ya lo había hecho con la Real Sociedad y el Villarreal. Este sábado, el delantero noruego silenció Montjuïc con un gol demasiado cruel para el equipo de Hansi Flick. La mejor versión del grupo barcelonista fue insuficiente para destrozar el muro rojiblanco. La tercera derrota consecutiva en el Lluís Companys deja muy tocado al Barcelona en la Liga y activa al Atlético. Su 12ª victoria consecutiva le permité presentar, definitivamente, su candidatura al título.
Ausente Lamine Yamal, Hansi Flick apostó por el Barça más combativo posible. Quería un equipo intenso y directo. Prescindió de Dani Olmo y Ferran Torres y alineó a Gavi y Fermín como falso extremo. El Atlético, que encadenaba 11 victorias consecutivas, también pobló la sala de máqinas, con Griezmann y Julián Álvarez en punta.
Intensidad azulgrana
Barça y Atlético iniciaron la batalla a tope, sin dosificarse, intercambiando golpes, con el equipo de Flick buscando a Raphina para resquebrajar la defensa rojblanca. Jugaba el Barcelona con una marcha más, volcado en la portería de Oblak, incluso con Iñigo Martínez buscando su momento de gloria. Igual que Gavi.
La insistencia del Barça tuvo premio al filo de la media hora. Pedri, cada vez más líder, trazó una diagonal desde la banda izquierda que resquebrajó la defensa del Atlético con la ayuda de Gavi y batió por bajo a Oblak.
Pérdidas rojiblancas
El gol despertó al Atlético. El equipo de Simeone avanzó las líneas, pero perdía muy pronto la pelota. Solo en el tramo final encontró espacios cuando abrió el juego por las bandas, pero el Barça se retiró al descanso con la sensación de que todavía podía haber castigado más a su rival.
El segundo acto comenzó con el Atlético más atrevido y un Barça que encontraba más espacio. Estaba más roto el partido. Las jugadas se masticaban menos y la pelota circulaba más deprisa. El escenario, habitualmente del agrado de Simeone, no convencía al técnico rojiblanco.
Raphinha, al travesaño
El Barça pudo sentenciar con un destello de clase de Pedri y una vaselina sutil de Raphinha que repelió el travesaño. El Atlético, contra las cuerdas, replicó poco después con el gol de De Paul, un premio excesivo para los méritos de ambos equipos.
Flick reaccionó inmediatamente con las apariciones de Dani Olmo y Fermín por Gavi y Fermín el día que el Barça fue más perseverante. El Atlético estuvo resguardado en su campo, a la espera de una contra letal, que pudo llegar en una acción de Pablo Barrios abortada por Iñaki Peña, aunque mereció mucho más el gol el Barça. Ni que fuera por la magistral lección de Pedri, pero la recompensa fue para Sorloth, verdugo eterno de los barcelonistas. Simeone, por un día, ganó en Barcelona.