El sueño de la Champions es posible. Tras la derrota inicial en Mónaco, el Barça encadena ya cuatro victorias, la última contra el modesto y admirable Brest, batido en Montjuïc. Dos goles de Lewandowski y una genialidad de Dani Olmo calmaron a la parroquía culé, que visualiza la clasificación directa para los octavos de final el día que Pedri rescató su versión más exquisita.
El Barça-Brest no era un partido cualquiera. De trámite. Tras la derrota contra la Real Sociedad y el ante el Celta, el equipo azulgrana necesitaba una actuación convicente el día que Laporta cerró la Grada d'Animació. Flick, en tono más exigente, dio entrada a Fermín en el equipo titular, pero mantuvo a Gerard Martín, cuestionado desde Balaídos.
Gol 100 de Lewandowski
El Brest, la gran revelación de la Champions, llegó a Montjuïc con tres empates y una victoria, con 10 de 12 puntos posibles, uno más que el Barça. En Francia, en cambio, encadena tres partidos.
El duelo comenzó con un Brest valiente y un absurdo penalti de Bizot a Lewandowski tras una picadita de Pedri, que transformó el delantero polaco, en su gol número 21 de esta temporada y 100 en la Champions. El primero lo logró, hace 13 años, en El Pireo contra el Borussia Dortmund.
El balón, del Barça
El Brest acusó el golpe y el Barça tuvo las ideas más claras, dueño del balón, y penalizaba los errores del grupo francés. La pelota merodeaba la portería de Bizot, con el equipo azulgrana muy mejorado y más intenso y ambicioso que en Anoeta y Balaídos. Fermín, muy activo, mereció mejor suerte, pero el portero neerlandés frustró un buen cabezazo suyo.
El segundo acto comenzó con el Brest más atrevido, desacomplejado, y el Barça encontraba más espacios para maniobrar, pero no estaba acertado en la definición, tal vez porque Raphinha se encuentra más cómodo por la izquierda que por la dereca y, sobre todo, porque la laminedependencia va a más.
El gol de Dani Olmo
A falta de media hora, Chardonnet sostuvo al Brest al frustrar un remate de Dani Olmo, superado como estaba ya Bizot. Poco después, Flick quería dar entrada a Gavi, su futbolista más combativo, pero todas sus dudas se disiparon con el espectacular gol de Dani Olmo tras un control orientado y una perfecta ejecución.
Resuelto el partido, el Barça se gustó, con Pedri exhibiendo su mejor repertorio y la afición barcelonista dando entrada a Balde y Pablo Torre por Gerard Martín, más solvente que en San Sebastián, y Fermín, pero fue Lewandowski quien cerró la fiesta con su gol 101 en la Champions.