Lamine Yamal, contra el Young Boys

Lamine Yamal, contra el Young Boys EFE

Primer equipo

El gran negocio del Barça con el nuevo Lamine Yamal: ya está fichado

El club azulgrana contará en enero con la nueva sensación del fútbol africano

12 octubre, 2024 16:45

Noticias relacionadas

El Barça presume de cantera. De la Masía. No solo es la base del primer equipo, sino también una vía de negocio, como bien sabe Joan Laporta. Hace poco más de un año, el Barça fichó a Mike Faye por 1,5 millones de euros y el pasado verano lo vendió al Rennes por 10,5 millones.

En enero, el Barça podrá contar también con Ibrahim Diarra, de 17 años. El club no podrá incorporarlo hasta que sea mayor de edad. Es decir, a partir el 12 de diciembre. Según la memoria del Barcelona, el fichaje de Diarra ha costado 1,5 millones de euros.

El Mundial sub-17

Diarra es un extremo derecho de Mali que alcanzó gran notoriedad en el pasado Mundial sub-17 al marcar cinco goles y dar cuatro asistencias. El futbolista jugará, de entrada, en el Barça B y en el club no descartan que pueda entrenarse con Hansi Flick.

El futuro de Diarra en el Barça es incierto. Juega en la misma demarcación que Lamine Yamal y podría ser un buen suplente de la nueva estrella barcelonista. En el club, sin embargo, no descartan una futura venta por un precio muy superior al que han pagado por el futbolista.

El caso de Faye

El Barça, como en el caso de Faye, podría reservarse una opción de recompra. En el caso del defensa, el club azulgrana podría fichar de nuevo al central por 25 millones de euros. También recibirá un 30% en caso de una venta del futbolista a otro equipo.

Ibrahim Diarra, con la Bota de Plata del Mundial sub-17

Ibrahim Diarra, con la Bota de Plata del Mundial sub-17 REDES

Con una deuda de 1.200 millones de euros, el club está en manos del equipo. Las tensiones de los despachos contrastan con la felicidad del vestuario barcelonista. Flick quiere más talento, pero sabe que el Barça necesita dinero y avala su apuesta por fichar jóvenes con mucha clase. O suben al primer equipo o dejan dinero. Esta es la realidad de un Barça que ha dejado de ser un club comprador y se agarra a la Masía.