El Barça es el gran club de Catalunya y el Girona, un nuevo rico. O casi. El equipo rojiblanco fue la gran sensación de la pasada temporada. Tercero en la Liga, se clasificó por primera vez para jugar la Champions y el grupo de Míchel ganó los dos partidos que disputó contra los barcelonistas: 2-4 en Montjuïc y 4-2 en Montilivi. Ese duelo fue la sentencia para Xavi Hernández.
El Girona terminó la Liga por detrás del Barça, pero su fútbol fue mucho más atractivo. Y el verano ha sido movido en ambos clubes. El Girona traspasó a Pau Víctor por 2,5 millones de euros a cambio del 50% de sus derechos durante esta temporada, mientras que el Barcelona cedió a Oriol Romeu, encantado de volver a Montilivi.
Quique Cárcel y Éric García
Quique Cárcel, director deportivo del Girona, también negoció el traspaso o una nueva cesión de Éric García, pero Hansi Flick rechazó la salida del futbolista de Martorell tras la grave lesión de Marc Bernal.
El Barça y el Girona tienen una relación cordial. No obstante, Oriol Romeu no jugará este domingo contra los barcelonistas porque el club gerundense no ha querido pagar una cláusula que le habilitaba para ello.
La cláusula del miedo
El club que preside Joan Laporta incluyó la famosa cláusula del miedo que impide que Romeu pueda jugar contra el Barça esta temporada. La pasada temporada también la incluyó en la cesión de Pablo Torre pero no se aplicó con Éric García porque dicha operación se cerró al límite.
En el curso actual, Barça y Girona han empezado bien. Sobre todo, los barcelonistas. El equipo de Hansi Flick es el único que ha ganado los cuatro partidos de Liga disputados. Suma 12 puntos, cinco más que los gerundenses.