La gran obsesión de Hansi Flick que más sorprende a los futbolistas del Barça

Hansi Flick es una persona de pocas palabras. Pragmática. También es discreto como entrenador y así quiere que sean sus jugadores. Tácticamente no es partidario de grandes revoluciones ni de charlas largas con sus futbolistas, que agradecen su talante cercano. Sin embargo, todos ya saben que Flick no tolera los retrasos.

El entrendor del Barça es muy estricto con las normas. A diferencia de Xavi, no le gustan las multas, pero no lleva bien la falta de puntualidad. Tampoco le gustan las excusas. Trabajo, trabajo y trabajo. Así es Flick, quien convoca cada día a sus futbolistas a las 8:00 horas. A quién madruga, Dios le ayuda. Una filosofía que también compartía Pep Guardiola. 

Ronald Koeman y Xavi Hernández

Flick quiere que sus futbolistas lleguen pronto en la Ciutat Esportiva Joan Gamper antes de entrenarse. Quiere que desayunen en las instalaciones del club y preparen con calma su jornada laboral. Y, sobre todo, exige puntualidad. Un retraso de solo cinco minutos ya molesta mucho al técnico alemán.

Según informa el podcast Barça reservat, el club ya intentó fichar a Hansi Flick en 2021, como explicó Culemanía. Entonces, Laporta buscaba un entrenador para sustituir a Ronald Koeman y valoraba su seriedad y su obsesión por el trabajo.

Flick declinó la oferta del Barça porque era el seleccionador alemán. El acuerdo no fue posible, pero entonces comenzó una relación cordial entre Laporta y Flick que se reactivó durante la pasada temporada.

La dura derrota contra el Villarreal

Laporta siempre tuvo a Flick en su agenda. Consideraba que era el relevo ideal de Xavi Hernández, quien ya estuvo contra las cuerdas después del 3-5 contra el Villarreal. Entonces, el técnico de Terrassa anunció que se iría del club al acabar la temporada y el máximo dirigente contactó ya con Flick.

El saludo de Lamine Yamal y Hansi Flick durante un partido del Barça null

El fichaje de Flick parecía desactivarse después de que Laporta ratificara a Xavi en la famosa noche del Sushi. El declive final del Barça, sin embargo, sentenció al entrenador de Terrassa y el presidente cerró el fichaje del extécnico del Bayern de Múnich.