Ansu Fati tuvo la osadía y el descaro de aceptar el dorsal número 10 de Leo Messi en 2021. El delantero soñaba con ser el nuevo crack de un Barça necesitado de ídolos. Joan Laporta mejoró y renovó su contrato hasta 2027, pero el rendimiento del futbolista no ha sido satisfactorio desde entonces. Una grave lesión de rodilla y varios problemas musculares, de los que no quiso operarse, frenaron la progresión de un jugador que la pasada temporada ya fue cedido al Brighton.
Hoy, el futuro de Ansu Fati es incierto. El delantero quiere seguir en el Barça y no se plantea otra cesión o una venta. Cree que está plenamente capacitado para triunfar en el equipo azulgrana y ha comenzado el curso con buenas sensaciones.
La polivalencia del jugador
Hansi Flick, de momento, está satisfecho con la actitud de Ansu Fati. También con su estado de forma. Al futbolista se le ve con más chispa y velocidad que en las últimas temporadas. Ahora falta que recupere el uno contra uno de hace tres años. Su explosividad.
Ansu Fati puede jugar por la banda izquierda o como delantero centro. Flick podría probarlo en ambas demarcaciones durante la gira de Estados Unidos. En las próximas semanas, el delantero se juega mucho.
Nico Williams y Dani Olmo
Deco, el director de fútbol del Barça, prepara grandes cambios en el equipo. El gran objetivo es Nico Willliams, extremo del Athletic. También gusta mucho Dani Olmo. Sus llegadas están condicionadas a las salidas de, como mínimo, dos futbolistas. Y en las quinielas hay tres jugadores: Raphinha, Vitor Roque y Ansu Fati. El objetivo es ingresar unos 100 millones por dos delanteros.
El Barça, de momento, se toma las cosas con calma. Ansu Fati sabe que debe elevar mucho su nivel. Su cesión al Brighton no tuvo grandes beneficios para un futbolista al que su entrenador, Roberto de Zerbi, le acusó de ser poco intenso en los entrenamientos y los partidos. Ahora está ante su última oportunidad de triunfar en el Barça. En un Barça que busca nuevos revulsivos.