Joan Laporta, en horas bajas, necesita un golpe de efecto. Un fichaje mediático e ilusionante. A la espera de que la Liga le permite invertir un euro por cada euro que ingrese en algún traspaso, el presidente del Barça se ilusiona con la contratación de un crack, preferentemente Nico Williams, y aplaza el fichaje de Joshua Kimmich para dentro de un año. El resto de operaciones serán de perfil medio o bajo.
El Barça está a la espera de renovar su contrato con Nike y de ingresar 60 millones de Barça Visión para cerrar la temporada actual con números verdes. Apenas se habla ahora de fichajes en las oficinas del Barça. Hay tiempo para renovar la plantilla, ya sea con nuevas incorporaciones o con traspasos millonarios. Ronald Araujo y Raphinha son dos jugadores con mucho mercado y Laporta no descarta su salida si llega ofertas próximas a los 80 millones de euros.
Frimpong, deseo de Flick
Laporta, con Deco y Hansi Flick, tienen claras las necesidades del equipo. El fichaje del mediocentro sigue siendo prioritario, pero la mayor inversión se hará para la delantera. El técnico alemán, no obstante, insiste en el fichaje de Jeremie Frimpong, un lateral derecho con mucho recorrido que podría cerrarle las puertas a Joao Cancelo en el Barça.
El Bayer Leverkusen, actual campeón de la Bundesliga, no negociará por Frimpong y exigirá los 40 millones de euros de su cláusula de rescisión. El Barça intentará abaratar la operación con algún trueque o cesión, pero el club alemán no parece estar por la labor de rebajar el precio de su futbolista.
El futuro de Cancelo y Félix
El desenlace de las negociaciones con el Leverkusen marcará el futuro de Cancelo. Laporta prometió a su representante, Joao Cancelo, que prorrogaría la cesión del defensa portugués o abordaría su fichaje. Su final de temporada ha sido decepcionante y en el club hay muchas dudas sobre su continuidad.
El caso de Joao Félix es parecido. El Atlético querría vender al delantero porque su entrenador, el Cholo Simeone, no quiere saber nada más de él. El problema es que el Barça no quiere pagar los 70 millones que pide el club rojiblanco. Ni la mitad. En el Camp Nou solo contemplan otra cesión o algún canje. Iñigo Martínez podría ser la pieza sacrificada por el Barcelona.
El mediocentro
El Barça sí acepta que deberá pagar traspaso por un mediocentro. No será Martín Zubimendi. Ni Kimmich, al menos esta temporada. Otra cosa es que el futbolista alemán llegue dentro de un año, con la carta de libertad. Amadou Onana, del Everton, gusta mucho a Deco. El plan B es Mikel Merino, un centrocampista de mucho recorrido. Es más interior que pivote.
Laporta, en cambio, sabe que la afición del Barça será muy exigente con el fichaje de un delantero. Y, el pasado sábado en Castelldefels, ya le pidieron que contratara a Nico Williams, del Athletic. El futbolista navarro es una de las sensaciones de la Eurocopa y Deco tiene muy buenos informes suyos. Costaría 58 millones de euros y el Barcelona espera que el Athletic acepte el pago de su cláusula de rescisión en tres plazos o una rebaja del precio si incluye a Iñigo Martínez en dicha operación.
El fichaje más deseado
El Athletic, molesto con la salida hace un año de Iñigo Martínez, no quiere negociar con el Barça. Su presidente, Jon Uriarte, ha dicho públicamente que espera renovar otra vez a Nico Williams, pero en privado admite que teme sus flirteos con el club azulgrana. Su fichaje sería muy bien recibido por la afición barcelonista y sería la mejor medicina de Laporta para combatir el deánimo culé.