Tarjeta roja: Oriol Romeu

El Barça solo abonó un traspaso, el pasado verano, por un futbolista. Fue por Oriol Romeu, por quien el club que preside Joan Laporta pagó los 3,4 millones de euros de su cláusula de rescisión. Descartados Martín Zubimendi y Joshua Kimmich por motivos económicos, el entonces mediocentro del Girona fue el elegido para relevar a Sergio Busquets. Palabras mayores.

Romeu arrancó el curso con mucha ilusión. En un gran estado de forma. Sus primeros partidos fueron prometedores, al lado de Frenkie de Jong. Con la lesión del centrocampista neerlandés, sin embargo, comenzaron los problemas. Los errores. La inseguridad de un futbolista que un año antes había reconocido que no tenía nivel para jugar en el Barça.

Un error peligroso

Romeu ya no es titular en el Barça, pero contra el Nápoles entró en la segunda parte para auxiliar a un equipo que estaba contra las cuerdas. Entró con Sergi Roberto. El capitán fue decisivo, con una gran actuación. Romeu, en cambio, estuvo muy desacertado y un error suyo le pudo costar caro al equipo. Es más problema que solución y su futuro.