La Liga se le escapa al Barça. Mejoró en Mestalla, pero no tanto para derrotar al Valencia y cambiar su dinámica negativa. La falta de pegada y un despiste castigaron al equipo de Xavi. El gol de Guillamón frustró al grupo azulgrana y neutralizó el tanto inicial de Joao Félix para un Barcelona que no tendrá un final de año feliz.
Xavi sacudió muy poco al equipo. Mantuvo a Koundé y Raphinha en el equipo titular, en detrimento de Christensen y Lamine Yamal, y resituó a Cancelo en la banda derecha contra el Valencia, otro histórico en horas bajas.
Susto inicial para el Barça
El partido comenzó con susto para el Barça y malestar de Xavi, tras una jugada de tiralíneas del Valencia y remate final de Yaremunchuk que desbarató Iñaki Peña. La réplica barcelonista llegó en tres remates de Lewandowski, mucho más activo que en las últimas citas, y en un remate de Pedri.
El Barça tenía mejor pinta que en Amberes. Era un equipo con ideas y criterio, ambicioso y menos encorsetado ante un Valencia vertical, expectante, aguardando su oportunidad para golpear al contraataque.
Más ritmo que buen juego
El partido tenía más ritmo que buen juego. Le faltaba precisión al Barça, pero tenía el balón ante un Valencia bien ordenado pero con poca pegada.
El Barça todavía fue más ambicioso y reconocible en el segundo acto. Al menos, de entrada. El equipo de Xavi quería golpear primero y Joao Félix marcó el primer gol del partido tras una buena acción de Frenkie de Jong y una precisa asistencia de Raphinha.
Un Barça más paciente
El gol del Barça encendió Mestalla, que retomó su talante más hostil contra el equipo azulgrana. Con el marcador a favor, el grupo de Xavi fue más paciente con el balón, obsesionado con minimizar los errores.
El Barça parecía tener controlado el partido, pero más lejos de la realidad. El Valencia no se descompuso en los malos momentos y su resiliencia encontró el premio del gol de Hugo Guillamón a 20 mintuos del final.
Tras el empate, Xavi movió el banquillo y sentó a Joao Félix, sustituido por Ferran Torres, desacertado en un remate franco ante Mamardashvili. Más clara fue una doble ocasión de Raphinha, negado ante el gol, para frustración de un Barça que se descuelga en la lucha por la Liga.