El Barça tiene la enfermería con muchos pacientes. Demasiados. No anda Xavi Hernández demasiado sobrado de futbolistas y su equipo ya suma cinco lesiones de primer nivel: Pedri, Frenkie de Jong, Raphinha, Lewandowski y Koundé. Sin el delantero polaco, el equipo pierde gol y Xavi se encomendó a Johan Cruyff en los minutos finales del partido contra el Granada. Araujo, un centrla muy físico, fue la solución de emergencia para intentar ganar el duelo.
A falta de ideas, el Barça tiró de actitud. El equipo de Xavi nunca se encontró cómodo ante un Granada que cerró muy bien los espacios. Ferran Torres, delantero centro en ausencia de Lewandowski, no tuvo un buen día y el técnico tampoco quiso jugársela con más jóvenes del filial.
Roto el partido, cuando la táctica y la pizarra saltan por los aires, Xavi recurrió a Araujo para intentar cazar algún balón aéreo. El invento no dio buen resultado, porque los jugadores del Barça tampoco buscaron demasiado al defensa uruguayo.
Cruyff y Alexanko
Xavi rescató la versión más resultadista de Johan Cruyff. El holandés, gran defensor del rigor táctico y del fútbol elaborado, también tenía un plan B en situaciones de emergencia. Entonces, cuando pintaban bastos, adelantaba a José Ramón Alexanko para que cazara algún balón aéreo.
Araujo acabó en punta, un recurso que ya utilizó Ronald Koeman con el defensa uruguayo, posiblemente el futbolista con más carácter del Barça, muchas veces resolutivo en jugadas de estrategia. Sobre todo, en saques de esquina.
A la espera de Vitor Roque
En Granada, el Barça dejó escapar dos puntos. Sin Lewandowski, el equipo es menos temible. Y Xavi ya sabe que, como mínimo, no podrá contar con Vitor Roque hasta enero. Mientras, debe buscar nuevas soluciones, ya sea con Ferran Torres, con Joao Félix como falso delantero centro, o con algún joven de la cantera. Y, por supuesto, con Araujo dispuesto para todo.