La victoria surrealista del Barça contra el Oporto
Con dos lesionados, un expulsado y una cómica indisposición, pero con el arbitraje al rescate (y sin ayuda de Negreira, que sepamos), los de Xavi suman seis puntos
5 octubre, 2023 02:29El esperpento de Ramón María del Valle Inclán irrumpió sorpresivamente en la noche del miércoles en Do Dragao, estadio del Oporto, donde jugaba el FC Barcelona. El surrealismo se apoderó del partido correspondiente a la jornada 2 del grupo H de la Champions League con un sorprendente final feliz para los pupilos de Xavi Hernández (0-1).
Se quejaba con razón el técnico de que "ganamos por 0-1 y vemos el vaso medio vacío". Lo cierto es que sobrevivir a semejante partido y sacarlo con los tres puntos de la victoria era motivo más que suficiente para estar todos los culés dando saltos de alegría. Podríamos hablar prácticamente de milagro.
El Barça no tuvo su día, ya lo reconoció Xavi, y podría decirse sin miedo a represalias que el Oporto fue superior al conjunto azulgrana. Los mejores fueron sin lugar a dudas los defensas, Koundé y Araujo, y el portero, Ter Stegen, por este orden. Se salvaron Gundogan, Ferran Torres y, por los pelos, tanto Lamine Yamal como Joao Félix.
Expulsados, golpes y calambres
No tuvieron su día Cancelo, Oriol Romeu, un lesionado Lewandowski, el suplente Sergi Roberto ni Gavi (con asterisco). El de Los Palacios, como de costumbre, se dejó la piel, pero cometió un grave error con su expulsión innecesaria en el epílogo del duelo.
El partido tuvo de todo. Además de la expulsión de Gavi y la lesión de Lewandowski, también Araujo terminó el partido con molestias. "Calambres", dijo Xavi en rueda de prensa, insinuando que no es nada preocupante. También se pronunció el técnico sobre la desaparición misteriosa de Lamine Yamal. "Ha tenido una indisposición", confirmó Xavi. El técnico le esperó durante seis minutos y viendo que no volvía, dio entrada a Marcos Alonso en su lugar.
Lamine, a la fuga
Lamine salió corriendo del campo y nunca regresó. Fue, sin lugar a dudas, el high surrealista de la noche. Nadie sabía qué pasaba con Yamal. Se había marchado corriendo del campo, sin ser sustituido, y nadie sabía adónde iba mientras el equipo sufría horrores contra las embestidas del Oporto.
De hecho, el surrealismo pasó a ser esperpento en esos instantes de partido. Con Lamine fuera, indispuesto, llegó un penalti en contra del Barça por mano de Cancelo. Mano clarísima. Error clamoroso del lateral portugués, que a veces da miedo. Sin embargo, la fortuna y el VAR se aliaron con el Barça. Gol anulado por mano previa de Galeno. ¿Sería el factor Negreira?
¿Fue cosa Negreira?
Posteriormente, el Oporto, incombustible, muy insistente, seguía generando peligro. Y, súbitamente, llega una jugada inesperada que termina con un golazo de chilena de Taremi. Menudo zapatazo. Ter Stegen no pudo repeler. Pero, nuevamente, los árbitros acudieron al rescate del Barça: fuera de juego. ¿Volvió a ser cosa de Negreira?
El Barça se desquitó del mal sabor de boca del año pasado con el Inter, donde fue perjudicado por dos polémicas acciones de mano. Esta vez, los azulgranas ganaron al rival directo del grupo jugando mal, generando pocas ocasiones claras, recibiendo muchas más en contra, con un penalti en contra anulado, con un gol en contra anulado, con un expulsado, con dos lesionados, y con una indisposición gástrica.
Más que un partido del Barça pareció una película de Monty Python o los Hermanos Marx.