El Barça, condicionado por su delicada situación económica y los problemas con el Fair Play Financiero, necesita vender por valor superior a los 100 millones de euros para cuadrar sus números. El presidente, Joan Laporta, asume la necesidad de traspasar a jugadores que, en otras circunstancias, no estarían en venta. Y uno de los elegidos para hacer dinero es Ansu Fati, con un rendimiento poco satisfactorio tras renovar su contrato por culpa de las lesiones.
Jorge Mendes, representante de Ansu Fati, ha recibido el encargo de Laporta de buscarle un equipo. Y el superagente portugués ha comentado al máximo dirigente barcelonista que podrá ingresar unos 70 millones por la venta del delantero inicial.
El Wolverhampton
La fórmula que propone ventas es la venta de Ansu Fati al Wolverhampton por 30 millones de euros y Rubén Neves, un centrocampista portugués tasado en 40 millones de euros.
Laporta ha dado luz verde a la operación. Sin embargo, dicho trasvase no gusta a dos protagonistas claves. En primer lugar, Xavi Hernández no quiere a Neves en su equipo. En segundo, y más importante, Ansu Fati no está por la labor de jugar en el Wolverhampton.
Ansu Fati, públicamente, ha expresado siempre su deseo de jugar en el Barça. No se plantea su salida del club. Sin embargo, su padre está muy preocupado por su escaso protagonismo y Mendes también es partidario de traspasar al jugador.
El valor de mercado cae
La solución podría pasar por la venta de Ansu Fati a un club con más aspiraciones que el Wolverhampton. En el pasado, el Manchester United se interesó por el delantero del Barça. El problema es que su valor de mercado ha caído en picado. De los 80 millones de hace dos años a los 35 millones actuales.
Esta temporada, Ansu Fati ha jugado 46 partidos con el Barça, muchas veces como suplente, en los que ha marcado siete goles y ha dado cuatro asistencias.