El FC Barcelona pone en marcha su planificación para la temporada 2023-24. Todavía quedan algunas semanas para que finalice el actual curso, pero la dirección deportiva ya está negociando los fichajes para reforzar al equipo de Xavi Hernández. Algunas de esas incorporaciones están en la lista del club desde el pasado mercado de invierno, pero en aquel entonces la directiva tuvo que negar al entrenador egarense a dos de esos jugadores por la situación financiera.
Un par de fichajes a la vista
El panorama económico puede dar un vuelco positivo en las próximas semanas, siempre y cuando la junta de Joan Laporta consiga cumplir con el plan de viabilidad y la reducción de los gastos en la masa salarial. De lograr dicho objetivo, el Barça no tendría problemas para conseguir algunas de las peticiones que Xavi había tratado de lograr en el pasado mes de enero.
En este sentido, el primero a tomar en cuenta es Yannick-Ferreira Carrasco. El belga es uno de los objetivos para reforzar el ataque azulgrana. Se intentó realizar su fichaje en invierno, en especial por la vía de un posible trueque que incluía a Memphis Depay. La propuesta no interesó al Atlético de Madrid, por lo que vendieron al neerlandés por un bajo precio y acordaron una cláusula para fichar a Carrasco por 15 millones de euros. El Barça espera reducir esa cifra de cara a incorporar al atacante en verano.
Otra de las peticiones de Xavi en enero fue un centrocampista extra para la plantilla. El perfil que eligió el egarense es Sofyan Amrabat, mediocentro de la Fiorentina. Desde la directiva culé trataron de convencer a la entidad italiana de un préstamo, aunque no terminó funcionado. A pesar de no lograr el fichaje, la dirección deportiva buscará incorporar al marroquí en la siguiente ventana de traspasos. Su valor de mercado, según varias fuentes, oscila entre los 20-25 millones de euros.
El caso de Gundogan
Tampoco hay que pasar por alto el interés por fichar a Ilkay Gundogan. El alemán es una de las principales prioridades del Barça para el verano, aunque estudiaron la posibilidad de ficharle en enero. Fue un escenario bastante fugaz, teniendo en cuenta que su contrato termina el 30 de junio. Pero resultaba necesario, teniendo en cuenta que el equipo requiere de otro perfil creativo en la plantilla. No pudo darse en invierno y ahora el Barça quiere cerrar cuanto antes su llegada de cara a la siguiente temporada.