El técnico del Barça, Xavi Hernández, revolucionó al FC Barcelona contra el Osasuna en los compases de la primera parte. La inoportuna lesión de Gavi desencadenó el cambio prematuro de Ansu Fati en el minuto 36. Más tarde, tras el descanso, Raphinha abandonó el terreno de juego por un golpe en la rodilla. En su lugar, Ousmane Dembelé aceleró un ataque azulgrana demasiado horizontal, y desprovisto de desborde exterior.

Un Barça revolucionado

Si bien es cierto que las mencionadas sustituciones fueron motivadas para prevenir algún tipo de lesión peligrosa en Gavi o Raphinha, la realidad es que también fueron con la intención de revolucionar al Barça en términos ofensivos. El escenario era ideal, teniendo en cuenta que el Osasuna se quedó con un futbolista menos tras la expulsión Jorge Herrando en la primera mitad del compromiso.

La presencia de Ansu Fati supuso un perfil extra para atacar el área, mientras que Dembelé influyó con su característico desequilibrio y desborde exterior. El juego del Barça no estuvo tan preciso como en jornadas anteriores, teniendo que recurrir más al empuje e insistencia. Pero al menos lograron generar ocasiones con los mencionados futbolistas. "Necesitábamos ganar el partido", señaló Xavi en la rueda de prensa al culminar la victoria en casa.

Dembelé manda un centro durante el triunfo del Barça contra Osasuna / EFE

Dembelé manda un centro durante el triunfo del Barça contra Osasuna / EFE

Xavi trae tranquilidad

A pesar de la preocupación del barcelonismo sobre el estado físico de Gavi y Raphinha, el técnico del FC Barcelona quiso traer un poco de tranquilidad con respecto a ambos. En rueda de prensa explicó que "creemos que lo de Raphinha es solo un golpe y que lo de Gavi tampoco es nada importante más allá de una ligera molestia que esperamos recuperar porque ahora descansamos hasta el domingo 14".