El Rayo Vallecano ha resultado ser una piedra en el zapato para el FC Barcelona. Ya en el primer duelo disputado de la temporada lograron incomodar en exceso a los azulgranas, lo que dejaba claro que el reciente enfrentamiento difícilmente iba a ser la excepción. Los de Andoni Iraola causaron un dolor de cabeza a la línea defensa del Barça, especialmente por el dominio de las bandas con sus rápidos extremos. Un aspecto clave en el triunfo (2-1) en su feudo.
Los extremos bailan al Barça
En la banda izquierda, el encargado de causar estragos fue Álvaro García. El atacante es una pieza fundamental para el equipo de Vallecas. Su velocidad y ritmo son cualidades que le permiten ser una amenaza constante. Jules Koundé --flojo rendimiento-- no tuvo casi respuesta para defender al rival, sobre todo en la acción del gol en la primera mitad, en donde le dio todo el espacio del mundo para que pudiera definir de zurda contra Ter Stegen.
En la banda derecha, el partido de Isi Palazón también ha sido destacable. Si bien es cierto que Alejandro Balde consiguió frenar un poco a su marca, la realidad es que el extremo del Rayo fue un perfil de mucho desequilibrio. Su capacidad en la presión y su zurda fueron una gran preocupación para los dirigidos por Xavi Hernández. La poca contundencia en las disputas permitió que todos los atacantes del elenco madrileño pudieran aproximarse con peligró al área azulgrana.
El Rayo domina en la presión
Una de las fases del juego que domina a la perfección el Rayo es la presión. Los jugadores dirigidos por Iraola saltan con mucha precisión para provoca el error del rival. Ese mismo plan lo aplicaron contra el FC Barcelona, que apenas tuvo precisión en los primeros pases. La defensa estuvo poco precisa con balón y la mitad de cancha sufrió varias pérdidas que fueron determinantes en el encuentro.
Esa determinación para disputar los duelos dejó en evidencia al Barça. Los culés no han estado precisos con balón y mucho menos sin balón. El conjunto rayista ha mostrado una clara contundencia al momento de buscar el partido, lo que se refleja en la actitud de sus extremos al buscar las costuras del bloque azulgrana.