Xavi Hernández está contento. El Barça, salvo catástrofe final, ganará la Liga con mucha solvencia y comodidad, y el técnico de Terrassa ya prepara la próxima temporada. Sabe que todavía hay mucho margen de mejora en un equipo que solo ha encajado nueve goles en 30 jornadas pero que solo suma 54. Xavi tiene detectadas las demarcaciones que se deben potenciar y, sobre todo, tiene claro que le conviene el regreso de Leo Messi, un regreso inesperado hace unos meses y que ahora seduce mucho al entrenador del Barcelona.
El fichaje de un mediapunta es prioritario para Xavi. Ya lo era hace un año, cuando estaba dispuesto a sacrificar a Frenkie de Jong para fichar a Bernardo Silva. El portugués, muy caro, fue un sueño efímero, que se diluye ahora con el posible regreso de Messi.
La opción Messi
Xavi necesita desequilibrio. Un futbolista que rompa líneas y encuentre espacios ante defensas muy cerradas. Y Messi es la mejor opción. En junio, el crack argentino cumplirá 36 años y prepara ya su regreso a Barcelona. Sabe, no obstante, que el acuerdo no será fácil por la delicada situación económica que atraviesa la entidad.
Messi valora la opción de jugar en el Barça porque satisface a su mujer, Antonella Roccuzzo, y a sus hijos, encantados de regresar a Castelldefels. Futbolísticamente, el gran atractivo para Leo es reencontrarse con Xavi.
Las lesiones
Xavi y Messi mantienen una buena relación. Nunca han sido grandes amigos, pero se han respetado siempre. Y Leo desea jugar en un equipo con un entrenador que comparte su filosofía futbolística y que sabe perfectamente cómo sacar su mejor rendimiento.
En junio, Messi cumplirá 36 años y Xavi sabe que deberá modificar algunas cosas. Asumirá que Leo no es un futbolista aplicado en defensa, pero asegura que es más solución que problema. Las lesiones de Dembelé y Pedri han evidenciado la falta de creatividad del Barça, de un equipo acostumbrado a vivir a la sombra de Messi, quien deberá asumir un nuevo rol en el Barça.