Que Robert Lewandowski no está fino es algo ya de sobras sabido. Lleva sin estarlo durante toda la segunda vuelta de la temporada 2022-23, justo después del Mundial de Qatar. Pese a ello, hubo una jugada en el Barça-Atlético de este domingo que resultó inaceptable para gran parte del barcelonismo.
Un egoísmo fruto de la frustración
Durante el último cuarto de hora, cuando el conjunto culé ganaba 1-0 y tenía el 2-0 en la mano para sentenciar la contienda, el polaco hizo lo impensable. En una jugada de dos contra uno de libro, en plena carrera hacia la portería, Lewandowski tiró de egoísmo y disparó fuera con Jan Oblak lejos del arco.
Escogió la opción más complicada cuando, justo al lado, tenía a Raphinha pidiéndole como loco el balón. El brasileño estaba en posición legal y el polaco, aunque le vio perfectamente, decidió no brindarle un gol cantado y apostar por rematar él mismo.
Cierto es que minutos antes ya había protagonizado un centro lateral potente, con bote, que Raphinha falló cuando lo tenía todo a favor para colocar el segundo gol en el electrónico. En cualquier caso, Lewandowski eligió esta vez la opción incorrecta, y los murmullos del público así lo confirmaron.
Pólvora mojada de Lewandowski
Pase lo que pase en los últimos partidos, Lewandowski terminará la temporada con buenos números. Sus inicios en el Barça fueron espectaculares, pero el polaco ha perdido chispa y gol. Ya no es el delantero letal de principios de curso. De momento suma 27 goles, aunque sus últimas actuaciones han sido muy anodinas y este domingo, ante el Atlético, volvió a mostrarse frustrado y falto de confianza.
De ahí, posiblemente, el hecho de que tirase de egoísmo en la jugada puntual con Raphinha. El cabreo monumental del brasileño fue plausible, y se lo hizo saber al polaco. El rifirrafe entre ambos, seguro, quedará perfectamente resuelto en el vestuario. Más aún después de que el Barça, por fortuna, no echara de menos ese gol para lograr los tres puntos contra el conjunto colchonero en el Camp Nou.