El Barça se apaga día tras día. Se ha quedado sin chispa, sin pegada, sin gol. Ya encadena tres partidos sin marcar, un registro que no recordaban en el Camp Nou desde 2008, con Frank Rijkaard de entrenador. Cuando Lewandowski no marca, el equipo de Xavi tiene un problema. Un problemón.
La Semana Santa no le sienta bien al Barça. Ya le pasó hace un año, cuando fue eliminado por el Eintracht de Frankfurt en la Europa League y se complicó su clasificación para la Champions del curso actual. Entonces, el equipo tenía muchas carencias que ahora no tiene, pero Lewandowski y Raphinha, fichados en verano, viven malos tiempos. Sobre todo, el polaco.
Las molestias de Lewandowski
Lewandowski no está bien. El sábado, Xavi admitió que en Girona jugó mermado por unas molestias en la espalda de las que no parece estar totalmente recuperado. En Getafe estuvo apagado, pero tampoco recibió mucho juego.
Raphinha estuvo más activo y pudo marcar, pero la madera lo impidió. Después tuvo muchos altibajos y fue sustituido en el tramo final. Entonces se mostró enojado. Una vez más.
Menos de dos goles por partido
El Barça de esta temporada se complica un poco la Liga por su falta de pegada. Las cifras no engañan. Solo ha recibido nueve goles en 29 partidos, pero le cuesta mucho marcar. Ha anotado 53 tantos, menos de dos por encuentro.
En la rueda de prensa previa al partido de Getafe, Xavi aseguró que el equipo había trabajado para mejorar el rendimiento ofensivo. Las soluciones no surtieron efecto en el Coliseum y el Barça generó muy poco juego.