Últimamente el Barça está aprovechando el mercado de jugadores que acaban contrato. En los últimos años el club azulgrana se ha hecho con los servicios de varios jugadores que han llegado a la entidad catalana a coste cero.
El Barça está cerca de repetir esta fórmula con Gundogan. El alemán es uno de los principales reclamos de Xavi Hernández para la próxima temporada. El talentoso centrocampista es ese perfil que tanto necesita la plantilla del FC Barcelona para dar un salto de calidad, en especial en la faceta de construcción de jugadas. Su presencia supondría un alivio para el director técnico.
Así les ha ido a los últimos refuerzos que han llegado gratis al Barça. Hace dos campañas llegaron Memphis Depay y Éric García. Ambos han ido de más a menos, especialmente el primero. El neerlandés llegó con la vitola de ser el jugador referente del equipo.
Memphis no salió bien
Con Koeman fue bastante importante, pero a partir de ahí desapareció. Memphis nunca entró en los planes de Xavi. A inicios de esta misma temporada el club incluso le quito el dorsal '9' para dárselo a Robert Lewandowski.
El atacante de 28 años llegó en verano de 2021 en una operación a coste cero. Fue una oportunidad de mercado que aprovechó la directiva de Joan Laporta para tratar de dar un toque de calidad al Barça. Al llegar como una de las incorporaciones más importantes de esa ventana de traspasos, la junta acordó con el jugador un sueldo que osciló entre los 10 y 11 millones de euros, convirtiéndose en un problema posterior para la entidad por las dificultades con el fair play financiero.
Tal y como explicamos anteriormente, los primeros meses de Memphis como jugador azulgrana fueron realmente ilusionantes. El internacional con Países Bajos pudo tirar del carro en algunos partidos de ese tramo de la 2021-22, que se recuerda en especial por la destitución de Ronald Koeman y la llegada de Xavi Hernández. En esa temporada logró anotar 12 goles en la Liga, mientras que en la Europa League solo pudo agitar las redes en una ocasión.
Los fichajes de Raphinha y Robert Lewandowski redujeron considerablemente su cuota de minutos. Solo pudo disputar tres partidos --dos en Liga y uno en Champions--, anotando un gol contra el Elche. Esa enorme competencia y la poca confianza de su entrenador motivaron a que el neerlandés decidiera dar un paso al costado.
Éric Gracía, que también llegó el mismo verano, ha perdido mucho peso en el equipo. Ahora Xavi lo está intentando recolocar como pivote. En dos temporadas ha jugado un total de 60 partidos con la camiseta azulgrana.
Kessié y Christensen
El pasado verano llegaron Kessié y Christensen. Ambos aterrizaron en Barcelona sin hacer mucho ruido. Ahora los dos son muy importantes para Xavi y para la entidad, ya que se estaría planteando venderlos en verano para sacar una buena tajada económica.
Christensen firmó un contrato por cuatro temporadas con el Barça y su valor de mercado, según Transfermarkt, es de 30 millones de euros. Su ascenso ha coincidido con la caída de Eric García, cada vez más suplente.
Xavi está muy contento con el rendimiento de Christensen, que juega en el perfil izquierdo. "Ha sido un gran fichaje", recalcó el técnico del Barça, encantado con un futbolista que pierde muy pocos balones y que encaja perfectamente en el modelo Barça. Le sobra clase y no le falta carácter.
El buen rendimiento de Christensen no ha pasado desapercibido a los grandes clubes europeos. Y, según informa The Athletic, desde las oficinas del Barça aseguran que sería "muy difícil resistir" ante una buena oferta por el defensa internacional.
Respecto a Kessié, su estancia en el Barça ha ido de menos a más. El jugador ha disputado 35 partidos. Kessié ha marcado tres goles y ha repartido tres asistencias. Además, puede presumir de haber marcado un gol decisivo en un clásico.