Son muchos los problemas que arrastra el FC Barcelona. La mayoría de ellos, en el plano institucional. Desde este miércoles por la noche, sin embargo, se han incrementado unas necesidades deportivas que obligarán al Barça a moverse en el mercado de fichajes este próximo verano, a pesar de que la situación económica y financiera del club sigue estando al límite. Y que será cuanto menos complicado, si no se reduce drásticamente la masa salarial, encajar a las caras nuevas en los márgenes que suscribe el estricto Fair Play de la Liga.
Sea como sea, la goleada recibida contra el Real Madrid en el Camp Nou (0-4), con la consecuente eliminación en semifinales de Copa del Rey, ha dejado en cueros a un Barcelona que saca a relucir sus problemas más incipientes a nivel de plantilla. El principal: la gran diferencia entre los suplentes y los titulares habituales. El Barça jugó ante el Real Madrid con las bajas de Christensen, Pedri, Frenkie de Jong y Ousmane Dembelé. Y puede que en partidos contra rivales de menor entidad no se note tanto, pero este miércoles quedó patente que sus suplentes no están al mismo nivel, ni mucho menos.
Marcos Alonso no es igual que Christensen
Marcos Alonso, por ejemplo, no fue capaz de relevar a Christensen con garantías. Suyo fue el error del primer gol del partido, obra de Vinicius Jr, al no detener con falta el contragolpe del brasileño tras una acción de Lewandowski. El defensor español estuvo lento de movimientos, y en la jugada del segundo gol --obra de Benzema-- tampoco reaccionó a tiempo.
Sin Pedri, Dembelé ni Frenkie de Jong
El Barça de Xavi también echó de menos, esta vez de forma imperiosa, la pausa y el control del juego de Pedri González. Franck Kessié fue su sustituto y es un futbolista de cualidades completamente distintas, que además no estuvo a la altura y generó el penalti del tercer gol del Real Madrid.
En esta ocasión al Barça le habría ido de maravillas, además, el desequilibrio de Dembelé. Raphinha estuvo poco fino frente al Real Madrid, y no consiguió desbordar prácticamente en ningún momento. La presencia de Dembelé, sin embargo, habría generado muchos más esfuerzos y desgaste a la defensa merengue.
Posiblemente la baja más importante de todas, en cualquier caso, fue la de Frenkie de Jong. Sergio Busquets añoró a su escudero perfecto, que esta vez no pudo acudir a su ayuda. En su lugar estuvo un Sergi Roberto que no estuvo a la altura con y sin el balón en los pies. Demasiado lento, previsible y falto de electricidad. Al Barça le faltó una chispa que los suplentes, en esta ocasión, no fueron capaces de darle.
El Barça necesita nuevos refuerzos
De ahí que Mateu Alemany, Jordi Cruyff y los ejecutivos de la parcela deportiva prioricen los fichajes de futbolistas que acaban contrato en junio, o que salgan de sus respectivos equipos a bajo coste. Por ejemplo, desde el pasado verano el Barça tiene atado a Íñigo Martínez, defensa central que acaba contrato con el Athletic el próximo 30 de junio. Su fichaje solo depende del Fair Play Financiero de la Liga.
Otros nombres que suenan con fuerza son los de Ilkay Gündogan --para reforzar el centro del campo--, Aubameyang o Vitor Roque para la delantera y el ansiado retorno de Leo Messi, que habrá que ver si es factible. En lo que respecta al lateral derecho, por último, Pavard del Bayern de Múnich y Diogo Dalot, del Manchester United, siguen siendo opciones factibles para aterrizar en el Barcelona.