Pablo Martín Páez Gavira es, posiblemente, el fútbolista más pasional del Barça y a sus 18 años no se corta por nada ni ante nadie. Y mucho menos en un clásico ante el Real Madrid. Carlo Ancelotti, técnico blanco, tenía claro que el centrocampista internacional podía ser un factor desquilibrante y sus futbolistas intentaron sacar a Gavi de sus casillas.
Rodrygo y Vinicius, en la primera parte, tuvieron enganchadas con Gavi. Rodrygo, en la primera parte, se las tuvo con el centrocampista andaluz. El extremo brasileño le soltó el puño y el árbitro amonestó a ambos.
Tarjetas amarillas
Gavi, que nunca se corta, golpeó a Camavinga, que jugó como lateral, y por detrás llegó Vinicius como un tren de mercancías. Le arrebató el balón de las manos, le golpeó y ambos acabaron empujándose y siendo sancionados con una tarjeta amarilla.
El Camp Nou, tan pasional como en el último partido de Liga, se fue encendiendo a medida que transcurría el juego y también reclamó como penalti unas manos de Alaba, que las teníe pagadas al cuerpo.
El primer gol
El partido, intenso a más no poder, deparó grandes duelos individuales y la primera parte concluyó con el gol de Vinicius. tras una contra perfecta del equipo de Ancelotti.
En la segunda parte, el Madrid arrolló al Barça, Benzema marcó tres goles y Vinicius estuvo tan activo en el juego como al encararse con los defensas del Barça. También la lió cuando fue sustituido en el tramo final del partido.