El clásico ha dejado un sabor de boca inmejorable al barcelonismo. Euforia, celebraciones, exaltación del sentimiento de pertenencia al FC Barcelona y una leve sensación de vacío. Todavía quedan 12 jornadas de Liga y el Barça suma 12 puntos de ventaja sobre el eterno rival, con lo que ya se ha extendido la impresión de que la Liga está ganada. Se hace difícil imaginar que se pueda perder una media de un punto por jornada hasta final de temporada. Es misión de Xavi Hernández no caer en la autocomplacencia para asegurar un título que virtualmente ya es azulgrana. Por este motivo, y aprovechando el parón de selecciones, todas las informaciones han cambiado de rumbo. A falta del tenso clásico que se espera el próximo 5 de abril para determinar el finalista de la Copa, en Barcelona muchos tienen la mente puesta en la próxima temporada. El entrenador ha pedido varios fichajes para alcanzar la excelencia competitiva.
Según ha podido saber Culemanía, el cuerpo técnico anhela reforzar seis posiciones de cara a la próxima temporada. Son muchas teniendo en cuenta la situación del Fair Play con la Liga, pero son las que el técnico egarense considera imprescindibles a nivel deportivo. Su trabajo es pedir lo que necesita y ya se verá luego si la dirección deportiva que comandan Mateu Alemany y Jordi Cruyff puede hacer algo al respecto. Todos saben que será complicado, lo asumen, pero la premisa interna es: por pedir, que no sea.
Prioridad máxima: un interior
La sorprendente prioridad primera que tiene Xavi Hernández para reforzar la plantilla sigue siendo la pieza que quedó pendiente el verano pasado. La única que no se fichó, a pesar de que el técnico la había solicitado: un nuevo interior. Bernardo Silva sigue siendo el favorito, aunque su fichaje se sigue considerando de extrema dificultad a tenor del elevado coste que puede tener y de las graves restricciones que la Liga aplica al límite salarial del conjunto barcelonista. En el caso de llegar finalmente Leo Messi, también podría desempeñar él este rol, aunque a día de hoy no se contempla esta posibilidad porque también es extremadamente complicada. Además, genera dudas su implicación defensiva en un momento actual en que el Barça siempre defiende y ataca con 11.
Para la posición de interior el club quiere un perfil más similar a Pedri, que sepa jugar bien entre líneas, que controle los tiempos y tenga una calidad técnica de primer nivel para poder romper líneas, dar el último pase o ver portería. Estos días sin Pedri están siendo una tortura para el staff y, aunque los resultados han acompañado, tienen muy claro el mensaje: "El Barça tiene que tener todas las posiciones dobladas".
Mediocentro: siguen queriendo a Zubimendi
La declaración de intenciones de cara al próximo curso es conseguir una plantilla de 16 jugadores con nivel de titular y otros cuatro o cinco que sean complementarios, como pueden ser Sergi Roberto, Kessié o Marcos Alonso. Actualmente hay un once de gala reconocible y otro jugador con nivel titular que se ha ganado el puesto en ausencia de Dembelé, como es Raphinha. El resto de jugadores son suplentes habituales que solamente salen de partida por lesiones y rotaciones.
La siguiente prioridad de Xavi es el mediocentro posicional. Esta posición tiene obsesionado al entrenador y el nombre elegido sigue estando claro como el agua: Martín Zubimendi. Esta es la petición que hizo el técnico hace meses para ser algún día el relevo de Sergio Busquets. Y sigue vigente. Además, en el staff reina el convencimiento de que le iría muy bien la renovación del actual capitán para compartir vestuario un año y poder aprender del mejor.
Como en el caso de Bernardo Silva, el técnico es consciente de que la situación financiera del club no acompaña, con lo que se podrán valorar otras opciones low-cost. El nombre que gana fuerza en las últimas horas y apunta a ser el primer fichaje 2023-24 es Ilkay Gundogan, un futbolista que llegaría gratis y sumaría, precisamente, para estas dos posiciones que tanto preocupan: el interior creativo y el mediocentro posicional. Nico González por ahora no entra en los planes del entrenador, ya que no ha tenido continuidad en el Valencia y no tendría minutos.
Extremo izquierdo, necesario
La tercera gran necesidad que se ha detectado para mejorar el equipo está en la delantera. Pero no tanto de cara al gol, que obviamente también importa, sino para apuntalar la banda izquierda. Falta un extremo de calidad, que tenga uno contra uno y pueda entrar por la izquierda. Actualmente nadie en la plantilla cumple con ese rol y, por este motivo, se plantea la posibilidad de que Abde vuelva al primer equipo el próximo año. Ni Ansu Fati, ni Ferran Torres cumplen con ese cometido.
El Barça echa en falta un Neymar, un Vinicius, que puedan generar superioridades gracias a su habilidad en el uno contra uno. El único rol similar que hay en el equipo es Dembelé, cuya calidad le permite jugar tanto por banda izquierda como por derecha, aunque Xavi lo prefiere en este último eje. La otra alternativa que se baraja para este puesto es Carrasco, ya que el Barça mantiene una opción de compra.
Lateral derecho
La cuarta prioridad de la plantilla es el lateral derecho. Para muchos, debería ser la primera. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es posiblemente lo que menos se está echando en falta este año gracias al implacable eje defensor que conforman Koundé, Araujo, Christensen y Balde. Los dos primeros se pueden amoldar perfectamente al rol de lateral derecho y su aportación defensiva es total, especialmente cuando hay que frenar a regateadores endiablados como Vinicius.
En el staff azulgrana echan en falta ese perfil de lateral derecho más ofensivo para los partidos donde al Barça le corresponde llevar la iniciativa todo el tiempo, con el rival plantado atrás. El preferido de Xavi sigue siendo Foyth, pero en este caso el club no se pondrá exquisito porque priorizan el medio campo, así que cualquier opción económica que encaje, como Pavard, Dalot o Meunier, será más que bienvenida.
Delantero con gol
Las otras dos posiciones que quiere renovar Xavi son la delantera y la defensa. Por necesidad, irían en este orden, pero todo dependerá del mercado. No es ningún secreto que el Barça necesita más gol y se ha sufrido en exceso durante muchos partidos que se han ganado por la mínima, con el 1-0 y el 0-1 repitiéndose más de una decena de veces.
Para enriquecer el gol, Mateu Alemany trabajará en opciones low-cost. Esta, como la de defensa, es una posición en la que no se plantean invertir demasiado. A menos que Laporta decida priorizar el fichaje de Vitor Roque, que cuesta 30 millones y ayudaría más como relevo de Lewandowski. El brasileño no se contempla como ese perfil regateador que buscan para el extremo, pero sí tiene talento y habilidad para marcar diferencias en el área. Las otras posibilidades, mucho más económicas: el regreso de Pierre-Emerick Aubameyang o el fichaje de Marcus Thuram, hijo del mítico Lilian que jugó de blaugrana junto a Xavi. En el staff han echado mucho de menos al gabonés, tanto por sus goles como su encomiable aportación al vestuario, al que se adaptó de maravilla.
Íñigo Martínez ya está atado
Para la defensa, el elegido es Íñigo Martínez, cuyo acuerdo con el Barça ya está pactado, pero condicionado a que se permita su inscripción. Su caso recordará posiblemente al de Azpilicueta, que esperó mucho en verano hasta que se cansó. Marcos Alonso también esperó y pudo llegar sobre la bocina. Con Íñigo ocurrirá lo mismo. Está atado, pero es de los últimos en el orden de prioridades y todo dependerá del Fair Play y de su propia paciencia, ya que tiene otros moscardones rondando, como el Atlético.
Lo que tiene claro el staff culé es que quiere una plantilla de cinco centrales y tres de ellos son ahora intocables. Éric García puede salir y Marcos Alonso puede ocupar plaza de central si Jordi Alba decide terminar su contrato en el Barça. Hay encaje para Iñigo, pero no llegaría para ser un fijo en los onces, con lo que su fichaje depende de que antes se puedan cerrar las verdaderas prioridades: interior, mediocentro, extremo izquierdo y lateral derecho.