El Barça, con mucho más suspense que fútbol, está más cerca de ganar la Liga. Una semana antes de recibir al Real Madrid en un duelo que puede ser definitivo, el equipo de Xavi Hernández ganó al Athletic en un partido que decidió el VAR. Primero, al validar el gol de Raphinha. Después, al anular el gol de Williams por manos de Muniain. El Barcelona, torturado en el campo y sobre todo en los despachos tras desvelarse los pagos a Enríquez Negreira, se consuela con sus victorias agónicas que le acercan a un título necesario para un club que vive al borde de un ataque de nervios. Del glamour de los viejos tiempos se ha pasado a la era de la resiliencia. Ver para creer.
Xavi agitó al Barça en San Mamés. Sergi Roberto sustituyó a Araujo y el técnico se la jugó con tres delanteros: Raphinha, Lewandowski y Ferran Torres. Sacrificó un centrocampista --Kessié-- en un partido de rompe y rasga para que su equipo tuviera más ritmo y profundidad.
Ferran Torres y Lewandowski
El Barça golpeó primero con un remate de Ferran y después pudo marcar Lewandowski, pero el equipo de Xavi tuvo muchos problemas para superar la presión de un Athletic muy intenso.
El Athletic intentaba acelerar el partido, con Nico Williams muy activo. Al Barça le faltaba precisión y conexión entre líneas, con Sergio Busquets, Frenkie de Jong y Gavi multiplicándose para evitar grietas en el centro del campo pero con muchos problemas para enlazar con los delanteros.
Gritos contra el Barça
El partido se animaba en el campo y en la grada, donde por primera vez los futbolistas del Barça tuvieron que escuchar gritos de "a Segunda, a Segunda". San Mamés exhibió su perfil más hostil instantes antes de que Raúl García estrellara el balón en el travesaño.
El Barça, con su habitual instinto de supervivencia, se adaptó como pudo al partido y en el último suspiro del primer acto Raphinha marcó para el líder. El gol, anulado inicialmente, fue validado por el VAR.
El noveno gol de Raphinha
Raphinha, un futbolista con muchos altibajos, marcó su noveno gol con el Barça y se consagra como el mejor recambio de Dembelé. A su desparpajo con el balón une un instinto especial para sumar goles, una virtud que parecen haber perdido otros delanteros como Ferran Torres y Ansu Fati.
El segundo acto comenzó con un fútbol menos acelerado y una buena ocasión de gol de Lewandowski tras una gran jugada de Balde por la izquierda. El Barça, sin embargo, no sabía interpretar las urgencias del Athletic, con errores absurdos de Busquets y compañía, entregado siempre al carácter de Gavi.
El Barça se complica lavida
El Barça no supo rematar al Athletic y le tocó sufrir, como en un remate de Berenguer al palo y en los arreones finales del equipo de Valverde. Se complicó la vida de mala manera el grupo azulgrana, inoperante y salvado una vez más por Ter Stegen en un remate de Muniain. Pero el portero alemán no pudo salvar otro remate de Iñaki Williams, anulado por el VAR, por manos de Muniain.