El regreso de Leo Messi al FC Barcelona no está descartado. Ni mucho menos. El presidente Joan Laporta se niega a negar tal posibilidad. Este martes, durante un coloquio-entrevista en el Círculo Ecuestre, el dirigente culé reconoció haberse reunido con el padre del astro argentino. No quiso entrar en detalles y reiteró su coletilla habitual sobre que "Leo es jugador del PSG" aunque confesó que el motivo principal de las negociaciones "no es una cuestión de dinero, sino del homenaje". De sus palabras podría interpretarse que está más cerca de acabar jugando para otro club que en el Barça, pero la realidad es que existe un plan que podría desembocar con Messi en el Camp Nou.
Según ha podido saber Culemanía, se trata de un plan hablado en la intimidad y confianza de una relación de amistad fraguada en muchos años de compartir vestuario juntos. Un plan a tres bandas que no ofrece garantías de cumplimiento, porque está supeditado a una extraordinaria dificultad, pero que prevé el regreso de Leo Messi al Barça con la ayuda de sus buenos amigos y capitanes Sergio Busquets y Jordi Alba. La información que ha llegado a este medio es que los tres estarían tramando una despedida conjunta del Camp Nou la temporada que viene. Las tensiones que se viven en París, sin noticias de su renovación, podrían ayudar a ello.
Con Miami en el horizonte
Las piezas del puzle encajan, aunque hay una que es especialmente difícil: la concerniente a Leo Messi. Tanto Busquets como Alba están dispuestos a seguir un año más en el Barça. El primero empieza a negociar su renovación este mismo miércoles y debe calibrar si la oferta del Barça es lo suficientemente buena como para posponer su fichaje por el Inter Miami de Beckham. Ese mismo destino es el que tarde o temprano seguirá Messi, quien contempla seriamente pasar un año en Barcelona, para satisfacción de su mujer e hijos, y luego emprender el sueño americano. Jordi Alba, por su parte, es el único que tiene contrato en vigor hasta 2024. Su idea, por lo tanto, es cumplir ese contrato y aguantar un año más en el Camp Nou.
Si se diese este plan, del que Pepe Costa es otro cooperador necesario, nos encontraríamos con un último año de despedida para los tres. Jordi Alba acabando su contrato actual, Busquets renovando y Leo Messi haciendo realidad el regreso del hijo pródigo con el objetivo de brindar un último año de buen fútbol a la que siempre fue su afición. Coronar el final de su carrera en Europa de la manera más emotiva posible --agrandado su leyenda y su figura en la historia del Barça-- y tratar de ayudar a su amigo Xavi a conseguir una Champions es un sueño mágico que todos ellos comparten, incluido el entrenador azulgrana.
Comida entre hermanos
De hecho, Xavi es el quinto cómplice de esta historia. Según comentó recientemente el bien informado Joan Fontes, los hermanos de Messi y Xavi se reunieron para comer juntos en noviembre en el restaurante Botafumeiro de Barcelona. Allí, y en presencia de una tercera persona especializada en el ámbito contractual, Rodrigo Messi y Álex Hernández hablaron sobre ese regreso soñado que supondría la vuelta del 10. Aquella aproximación sirvió para reflejar que Xavi estaba de acuerdo en la jugada y daba su bendición a nivel deportivo siempre y cuando Leo entendiese y aceptase los nuevos roles en el equipo.
El genio rosarino estaría tan solo una temporada, para despedirse a lo grande de su gente y tratar de dejar unos últimos títulos en las vitrinas culés. Siendo solo un año, todos los implicados entienden que supondría un nivel de motivación y emotividad especial, cosa que podría ser beneficiosa para el grupo. Además, Messi estaría feliz de regresar viendo que tiene a su alrededor un equipo de altura, con una de las mejores defensas de Europa, un killer arriba como Lewandowski, y dos jóvenes cracks en el medio como son Pedri y Gavi, mucho más maduros que cuando él se fue en agosto de 2021.
Sacrificios necesarios
El regreso de Messi también supondría algunos sacrificios. Uno de ellos podría ser el de Ansu Fati, que obviamente se vería desposeído del 10 que lució Leo durante más de una década, desde la marcha de Ronaldinho en 2018. Otro ya se ha producido, el de Gerard Piqué, quien con su adiós facilita la vuelta de Messi en todos los sentidos: el económico y el grupal, ya que su relación está rota desde hace un año y medio. Curiosamente, una de las partes claves en el adiós de Piqué también estuvo al tanto de aquella reunión entre Rodrigo Messi y Álex Hernández, y es que los agentes de Piqué, liderados por Arturo Canales en AC Talent, son también los representantes de Xavi.
A pesar de tener el visto bueno de Xavi, la operación todavía entraña muchas complejidades. El papel de Busquets y Jordi Alba es clave, no solamente por esos planes de futuro que podrían terminar juntos --Messi y Busquets irán a Miami seguro y Alba posiblemente también pero su caso está menos avanzado-- sino por la rebaja salarial que podrían protagonizar este verano para facilitar la entrada del astro argentino. Busquets, que al terminar contrato, deberá ser inscrito como nuevo jugador bajo unas condiciones salariales un 50% o 60% inferiores a las actuales, y Alba, que sí tiene contrato en vigor, y podría aceptar cobrar menos en su último año para facilitar la llegada del principal culpable del último contrato multimillonario que le firmó Bartomeu, que no es otro que Leo.
Acercamiento entre los Messi y Laporta
En el caso de que todas estas partes cumplan con su parte del trato, todavía faltaría lo más difícil. Y es por este motivo que no se sabrá si el plan es viable hasta que hayan transcurrido, al menos, varias semanas o meses más. Por un lado, queda limar las asperezas entre los Messi y Laporta. Por el otro, hay que asegurarse de que la Liga permitiría al Barça la inscripción de Messi solventando las significativas restricciones que penalizan actualmente a la entidad catalana. No debe olvidarse que aquel fue el principal motivo que en su día alegó Laporta para no inscribir al vigente campéon del mundo.
En cuanto a la reconciliación entre las partes, ya se ha encaminado el trabajo. Aquellas polémicas declaraciones de Matías Messi, rectificadas en menos de 24 horas, sirvieron de algún modo para sellar la paz. Laporta se mostró muy comprensivo y desde entonces no ha hecho sino tender la mano a los Messi y mandar mensajes de proximidad. Lo último, reconocer que se reunió con Jorge Messi y que durante la gala del The Best, en París, compartieron varias miradas de complicidad. No es un secreto que Laporta estaría encantado con el regreso del astro argentino por un año: ayudaría mucho a relanzar los ingresos por sponsoring volviendo a unir las dos marcas, con lo potentes que son, y se garantizaría la tranquilidad de que sería tan solo por un año. Lo único que chirría del plan es el traslado a Montjuïc el verano próximo.
La compleja cuestión económica
En relación a la situación económica, Mateu Alemany es el encargado de hacer que los números cuadren. El director de fútbol tiene la misión de rebajar la masa salarial mientras no se incrementen los ingresos. El regreso de Messi es clave en ese sentido, pero obviamente habrá que firmar algunas salidas. Piqué y Griezmann, que estaban contemplados en los presupuestos salariales del año que viene, liberan 90 millones. Ese dinero será utilizado para las inscripciones de Gavi, Araujo, Marcos Alonso, Sergi Roberto y Busquets. Pero no será suficiente para Messi, por eso debería salir Ansu Fati y algún jugador más. Jugadores jóvenes como Abde pueden dejar dinero en la caja, como Franck Kessié o, tal vez, Éric García. Ferran Torres y Raphinha tampoco están a salvo del todo.
En este punto, también será importante el esfuerzo que pueda hacer Messi, aceptando rebajar ostensiblemente su salario para poder cumplir el sueño de retirarse en el Barça antes de marchar a Estados Unidos. Si bien hace dos años ya comentó que había aceptado rebajar su ficha a la mitad, lo cierto es que todavía seguía siendo el mejor pagado con diferencia, con unos 50 millones brutos fijos asegurados. Deberá aceptar una ficha acorde a la realidad salarial del Barça, teniendo en cuenta que el mejor pagado es Lewandowski con unos 25 millones. En ese caso, y con un plan de viabilidad y tesorería consistente, será más fácil su inscripción.
¿Cómo acabará esta historia de amor?
En el supuesto de que a pesar de todos los esfuerzos no se den las circunstancias para conseguir su inscripción, o en caso de que falle alguna de las múltiples piezas confabuladas para que esto salga bien, el Barça y Leo tendrán que conformarse con la alternativa menos emotiva: preparar un homenaje a lo grande sin que ello suponga volver a formar parte del equipo. Esa una posibilidad que también está sobre la mesa y solo el tiempo, junto a las voluntades de tantos implicados, determinará el desenlace final. ¿Terminará como se merece esta historia de amor?