Se olvidó Xavi de los cuatro centrocampistas y el Barça tiró de pragmatismo. Ausentes sus futbolistas más creativos, el equipo azulgrana no sufrió excesivamente en los primeros 60 minutos y, con la tripleta de Ferran Torres, Ansu Fati y Raphinha, cosechó un sufrido triunfo ante el Valencia. El solitario gol de Raphinha permitió sumar tres puntos más que servirán para mantener --como mínimo-- la distancia respecto al Real Madrid al frente de la clasificación liguera. Ferran Torres falló un penalti --y fue silbado por parte de la grada--, Ronald Araujo se sacrificó para evitar un contragolpe franco para el Valencia y, con un jugador menos durante media hora, el Barça aguantó el 1-0 y se llevó tres puntos que valen su peso en oro. A falta de brillantez, buena es la eficiencia.
Pese a las bajas de Pedri, Dembelé y Lewandowski, los culés sacaron adelante el partido con disciplina y, una vez más, mucho sufrimiento. A sabiendas de que, esta semana, dispondrán de tiempo de sobras para preparar la visita del próximo fin de semana a Bilbao. El primer disparo azulgrana, obra de Frenkie de Jong tras un robo de balón en el balcón del área, llegó a los seis minutos de partido y fue un aviso para navegantes.
El pragmatismo del Barça tumba al Valencia
Porque, apenas diez minutos después, Busquets asistió a Raphinha con un centro perfecto desde la frontal del área. Desmarque perfecto del brasileño, que de cabeza sorprendió a un Mamardashvili que midió mal la salida y facilitó, de esta forma, la diana del 22 del Barça para abrir la lata. Quinto gol de Raphinha en el campeonato de Liga --el octavo de la temporada--, que se suma a sus nueve asistencias en todas las competiciones. Un tanto que además le dio confianza, pues en los minutos posteriores volvió a protagonizar algún que otro disparo peligroso contra la portería del Valencia.
La temprana diana de los culés fue el fiel reflejo de lo que se produjo sobre el césped. Dominio claro del Barça en el juego durante la primera media hora, sin excederse con el balón en los pies y tirando de eficiencia a falta de brillantez entre líneas. El Valencia se estiró a falta de 15 minutos para el descanso, disponiendo de alguna que otra ocasión clara. Pero la solidez defensiva, una vez más, fue la mejor baza de los de Xavi. Antes del descanso, Ferran Torres y Ansu Fati estuvieron a punto de regalar el segundo gol al Barça. No fue así, aunque los culés se fueron satisfechos al vestuario.
Ferran falla un penalti y Araujo, expulsado
El segundo tiempo empezó con la incorporación de Kessié en lugar de Frenkie de Jong, a fin de dar descanso al holandés y dotar de algo más de fuerza y músculo a la medular. El Barça recuperó el dominio que había perdido en el úiltimo cuarto de hora, y no tardó en generar ocasiones francas para anotar el segundo tanto. Ferran Torres, sin ir más lejos, falló un penalti al ajustarlo demasiado al palo izquierdo. Un disparo de Koundé había pegado en la mano de Guillamón, y el colegiado Alberola Rojas no dudó en señañar la pena máxima. El caso es que Ferran, que una vez más no tuvo el día de cara a puerta, desperdició una ocasión de oro para sentenciar el partido. Apenas dos minutos después, Ansu Fati estrelló también un disparo al palo, esta vez al derecho.
Y como las desgracias nunca vienen solas, en una de las jugadas posteriores un mal pase atrás de Koundé provocó que Ronald Araujo tuviese que sacrificarse. Con la voluntad de que Samuel Lino o agarrase el balón y se plantase solo ante la portería de Ter Stegen, el uruguayo desestabilizó al delantero ché siendo el último defensor, y vio una lógica expulsión. El Barça se quedó con diez hombres con media hora de juego por delante, y Xavi no dudó a la hora de retirar del campo a un atacante, Ansu Fati, para colocar sobre el terreno de juego a Marcos Alonso.
Un Barça abonado al sufrimiento
Con un futbolista menos en el campo, el Barça se dedicó a proteger más el balón, replegarse sin él e intentar aprovechar los contragolpes para hacer daño al Valencia. El equipo del Pipo Baraja apretó para no marcharse de vacío de la visita al Camp Nou, y se acercó cada vez más a la portería de Ter Stegen a falta de veinte minutos para el final. Por algunos momentos, pudo verse a Andreas Christensen de nuevo con molestias. Eso provocó que Óscar Hernández mandase calentar a Eric García. La entrada del catalán se hizo efectiva unos minutos después, pero no por el danés sino por Sergi Roberto.
El Barça, en definitiva, acabó el partido con cuatro centrales y mucho sufrimiento. Contra un Valencia, el penúltimo clasificado, encerrando por momentos a los culés en los aledaños del área de Ter Stegen. Franck Kessié, de hecho, estuvo a punto de inmolar la victoria culé con una acción dudosa en la que, por suerte, ni el árbitro ni el VAR señalaron penalti en contra del Barça. A veces, para reír hay que sufrir primero. Y el conjunto azulgrana se está abonando a los marcadores por la mínima para soñar con los títulos esta temporada 2022-23.