En el pasado mercado de verano, el FC Barcelona tuvo en su radar a varios jugadores. La intención de la directiva de Joan Laporta era bastante clara: potenciar al equipo de Xavi para volver a pelear por los títulos más importantes. Para ello se dio muchísima importancia a reforzar la parcela ofensiva. No solo se incorporó a Lewandowski, sino también a Raphinha, cuyo valor de traspaso fue de 65 millones de euros. Una decisión un tanto controversial, en especial si recordamos que el club azulgrana tuvo la posibilidad de hacerse con los servicios de Ángel Di María.
Los motivos del fichaje de Raphinha
Primeramente, hay que destacar que la incorporación del brasileño responde a una decisión personal de Laporta. En dicho fichaje no intervinieron Mateu Alemany o Xavi Hernández, siendo gestionada especialmente por Alejandro Echevarría --amigo del dirigente e intermediario en algunas operaciones de la entidad-- y Deco, que está ocupando un rol de asesor externo de la secretaría técnica para el mercado de Brasil y Portugal. Bajo ese contexto de intereses particulares se desarrolló la llegada de Raphinha al elenco culé.
También hay que tomar en cuenta que el fichaje de Raphinha supone una decisión de la junta para renovar un poco la plantilla. La edad del jugador --26 años-- supone un equilibrio entre la gran juventud de varios perfiles de la plantilla y la enorme experiencia de los veteranos. Un punto intermedio que necesita el FC Barcelona, en especial al momento de trazar un proyecto de muchas temporadas.
El rechazó a Di María
El argentino fue uno de los jugadores más seguidos en el mercado de fichajes. En verano culminó su vínculo contractual con el PSG y estaba en total libertad para negociar con cualquier club. El Barça fue uno de los principales interesados en hacerse con sus servicios e incluso se llegó a comentar que mantuvo contacto con Xavi Hernández, que valoraba enormemente la experiencia del exfutbolista del Real Madrid. Sin embargo, al final declinaron esa posibilidad.
Por una parte, se explica a partir de la imposibilidad del club de realizar una rápida oferta por Di María en el comienzo de la ventana de traspasos, teniendo en cuenta que la gran prioridad de la directiva en ese momento era Lewandowski. Esa situación de cierta incertidumbre motivó al recién campeón del mundo a aceptar la propuesta de la Juventus de Turín, que se movió con mayor agilidad en las negociaciones. La edad también jugó un papel clave en la determinación de la junta de Laporta.
Se trata de una oportunidad de mercado desperdiciada por el FC Barcelona. No solo por el hecho de ser un fichaje a coste cero, sino también por la experiencia que podía aportar Di María en el corto plazo. Una incorporación que encajaba más en el actual panorama financiero de la entidad y que permitía a Xavi reforzar su parcela ofensiva con un jugador que sigue vigente en la élite.