Europa es la gran asigantura pendiente del FC Barcelona. Le queda grande al club que hace nueve años ganó el segundo triplete de su historia. Desde el triunfo con el tridente de Luis Enrique --Messi, Suárez, Neymar--, el Barça encadena decepciones año tras año. El equipo todavía no tiene nivel Champions y confirma la pérdida económica que desde Culemanía ya habíamos explicado con la eliminación en fase de grupos de la Liga de Campeones: se fueron 26 millones que se podrían haber compensado con la conquista de la Europa League. No será así. Eliminados a las primeras de cambio, en dieciseisavos, con el único consuelo de que fue ante un rival serio, digno, superior... y sin hacer el ridículo.
10 eliminaciones en 8 años
Ya van ocho años de caídas en Europa. 10 eliminaciones en este tiempo, si contamos que en las dos últimas temporadas han echado al Barça cuatro veces: dos de la Champions y dos de la Europa League. Y varias humillaciones. El nuevo objetivo del equipo ya tiene nombre: triplete nacional. Supercopa, Liga y Copa. Ese es el anhelo de un Xavi Hernández que, al menos, tiene claras las prioridades y ya ha remarcado tras la derrota que no se puede repetir lo del año pasado, en que la machada a manos del Eintracht supuso una depresión fatal que alejó al Barça también de la pelea de la Liga al Real Madrid.
El club blanco es, precisamente, la gran amenaza que le queda al Barça esta temporada. Los de Ancelotti son los únicos que pueden discutirle la Liga al cuadro de Xavi, cuya ventaja de ocho puntos no es tanta teniendo en cuenta que todavía restan 16 jornadas y 48 puntos en juego. El Madrid quiere pegar un zarpazo a los culés la semana próxima en el Bernabéu, durante la ida de las semifinales de Copa. Posteriormente, el 19 de marzo, visitan el Camp Nou en Liga con la esperanza de recortar distancias. Finalmente, el 5 de abril, también en Barcelona, se jugarán el pase a la final copera. Los dos títulos que quedan, se le deben ganar al club de Florentino Pérez, fiel aliado de Laporta en estos tiempos convulsos que atraviesa no solo el fútbol en general, sino el Barça en particular.
Derrotas dolorosas y humillaciones europeas
La del Manchester United (2-2 y 2-1) es la última eliminación europea del Barça, contigua a la expulsión de Champions ante Inter (1-0/3-3) y Bayern. Los bávaros son los únicos que han dejado en ridículo a los azulgranas esta temporada, especialmente con la nueva profanación del Camp Nou (0-3) que supuso un global muy decepcionante para los intereses culés entre la ida y la vuelta (5-0). El año pasado, el verdugo en la Europa League fue el Eintracht de Frankfurt, vigente campeón, después de que los de Xavi y Koeman hubiesen sufrido repasos aún mayores a manos del Benfica (3-0 y 0-0) y del propio Bayern (0-3 y 3-0).
Más dolorosa es, todavía, la anterior machada del Bayern en cuartos de final, esta vez en Lisboa, con Quique Setién en el banquillo. Los bávaros endosaron un contundente correctivo (2-8) a los blaugranas durante el curso 19-20 que ya forma parte de la historia más negra del club. Un año después, curso 20-21, el Barça cayó a manos del PSG en octavos, con un digno empate en París (1-1) pero con otra derrota monumental en casa (1-4).
También es de ingrato recuerdo la dañina derrota del Barça en Anfield durante la temporada 18-19, con Ernesto Valverde en el banquillo. Tras ganar con una gran exhibición de Leo Messi en el Camp Nou (3-0), los azulgranas fueron víctimas de un inesperado miedo escénico contra el Liverpool en su mítico coliseo (4-0). Quizá la de Anfield sea la que más duele de todas porque el Barça iba lanzado a ganar la Champions. Parecía inevitable. Pero los reds lo impidieorn con una remontada memorable.
Como épica fue, también, la gesta protagonizada por la Roma en el curso 17-18 durante el último año de Andrés Iniesta como blaugrana. El Olímpico de la capital romana fue una caldera que ayudó a remontar el paliativo de la ida (4-1) con otro marcador igual de contundente pero todavía más valioso (3-0) gracias a la importancia de los goles en campo contrario, norma que actualmente ya no está en vigor.
Un año antes de aquello (16-17), el Barça sufrió otras dos humillaciones. La primera, contra el PSG en París (4-0), que fue replicada gracias a una remontada épica en el Camp Nou (6-1). La segunda, frente a la Juventus (3-0 y 0-0), que culminó con eliminación en el que fue el último año de Neymar y de Luis Enrique. La temporada previa (15-16), también con el asturiano al mando, el Barça se quedó también en cuartos tras topar contra el férreo Atlético del Cholo Simeone (2-1 y 2-0).
La historia negra de desdichas europeas se hace cada vez mayor en un FC Barcelona que se acostumbró a ganar sin parar a principios de la pasada década, pero que vaga como alma en pena por Europa desde hace ocho años. Desde la debacle de Anfield, el Barça no se asoma por unas semifinales europeas. Leo Messi ya lo advirtió hace un tiempo con ese famoso "no nos alcanza". ¿Podrá Xavi poner fin a esta tendencia dramática el próximo curso?