El Barça se pone otra vez a ocho puntos del Real Madrid. Tres días después de una noche muy movida contra el Manchester United, el equipo de Xavi Hernández tuvo una jornada tranquila, resuelta en apenas dos minutos, ante un Cádiz que se desmoronó ante la primera adversidad. Brillaron los actores secundarios del líder y Lewandowski volvió a marcar en el Camp Nou en la gran noche de Ferran Torres, que hizo muchas cosas y casi todas bien.
Muchas cosas han cambiado en el Barça desde hace un año. Entonces el Barça sufrió hasta el final para clasificarse para la Champions League y ahora manda en la Liga. La pasada temporada el Cádiz ganó en el Camp Nou y Xavi quedó muy tocado. En la actual, el equipo azulgrana es mucho más solvente y equilibrado.
Teóricos suplentes
A cuatro días de jugarse su continuidad en la Europa League, Xavi cambió algunas piezas. Dio entrada a teóricos suplentes como Éric García, Sergi Roberto, Ferran Torres y Ansu Fati para resquebrajar a un rival muy bien trabajado tácticamente.
Ferran Torres, cuestionado en muchos partidos, arrancó como una moto, encarando a sus rivales con desparpajo y buscando casi siempre a Lewandowski. Más apagado estuvo por la izquierda Ansu Fati en un Barça que tuvo el balón pero apenas encontró espacios ante un Cádiz muy bien posicionado, con cinco defensas y cuatro centrocampistas.
Gavi y Ferran
El Barça, bastante apagado, solo encontraba soluciones con Gavi y Ferran, y el delantero valenciano se inventó una jugada maravillosa para fabricar el primer gol, que firmó Sergi Roberto. Sin tiempo para digerir el gol, el Cádiz tampoco supo frenar a Lewandowski, que fulminó a Ledesma al filo del descanso.
El Cádiz, firme en los primeros 43 minutos, se desmoronó en los dos últimos de la primera parte para tranquilidad de un Barça intermitente. No necesitó más el equipo de Xavi para solucionar un compromiso de medio pelo a cuatro días de jugarse la vida en Old Trafford.
Sergi Roberto, acertado
Resuelto el partido, el Barça se relajó en el segundo acto y Xavi reservó a Frenkie de Jong y mantuvo en el campo a Sergi Roberto, decisivo con su gol y muy productivo entre líneas. Con menos chispa e intensidad, el grupo azulgrana se desconectó muy pronto, pero tuvo suerte, una vez más, de Ter Stegen, que sumó su partido número 17 sin recibir un gol.
Era tan plácida la noche que la afición celebró el debut del joven Alarcón y coreó el nombre de Ansu Fati, consciente del mal momento del futbolista que debía ser el nuevo Messi. No lo es y el equipo azulgrana tampoco es el que dominaba Europa hace poco más de una década, pero tiene muy bien encarrilada una Liga que podría quedar vista para sentencia el 19 de marzo en el clásico del Camp Nou.