El FC Barcelona no pasó del empate este jueves contra el Manchester United. Y lo cierto es que podría haber ganado el encuentro en los minutos finales, aunque también lo podría haber perdido en diversas fases de la cita. Los peligrosos arreones ofensivos del equipo red devil pusieron en jaque a Ter Stegen, que protagonizó dos paradas salvadoras en la primera mitad.
Jules Koundé, el gran señalado del partido
Algunos de sus compañeros no estuvieron a la altura, sobre todo de medio campo hacia atrás. El gran señalado fue Jules Koundé. Volvió a marcarse un gol en propia meta --ya es la segunda vez en el último mes-- y se le vio especialmente impreciso con el balón en los pies. Algo nervioso, quizá, después de tanto tiempo sin actuar en el eje de la defensa.
Rashford y compañía aprovecharon la pasividad de Koundé, con y sin balón, para acercarse con peligro a la portería de Ter Stegen y generar oportunidades claras de gol. Tampoco estuvo fino Jordi Alba, que esta vez no brilló en ataque --aunque casi provoca un penalti a favor-- ni tampoco en defensa, llegando tarde en la mayoría de ocasiones para tapar los contragolpes ingleses.
Franck Kessié no tuvo la inspiración necesaria con balón para combinar con criterio desde el pivote defensivo, y perdió algunas posesiones que comprometieron seriamente al equipo. Marcos Alonso, por su parte, marcó el primer gol del encuentro pero llegó tarde a defender la incursión de Rashford en la diana del empate. El madrileño no jugó un mal partido, pero la estrella red devil y otros jugadores como Bruno Fernandes le superaron con demasiada facilidad. Con Christensen y Balde, el nivel seguramente hubiera subido en el flanco izquierdo de la defensa.
Gavi y Lewandowski, con errores vitales
Por último, aunque en menor medida, cabe mencionar los nombres de Gavi y Robert Lewandowski. El primero acabó recibiendo una cartulina amarilla, en la segunda mitad, que le impedirá jugar la vuelta de la eliminatoria de dieciseisavos en Old Trafford.
En lo que respecta al polaco, no dispuso de la fluidez y brillantez necesarias para ver puerta; sigue alargando su sequía el goleador azulgrana. Y eso que tuvo alguna ocasión clara, como un disparo seco que De Gea acabó rechazando a córner. El FC Barcelona, sea como sea, deberá mejorar su consistencia en el partido de vuelta. Eso, siempre y cuando quiera avanzar con garantías a la siguiente ronda del torneo.