Se esperaban pocos cambios en el once titular del FC Barcelona frente al Manchester United. Por eso sorprendió que, de inicio, Xavi Hernández alinease a Jordi Alba en el lateral izquierdo y a Marcos Alonso en la zaga, en detrimento de los esperados Alejandro Balde y Andreas Christensen. Si bien es cierto que el defensor madrileño marcó el primer gol azulgrana, no pudo soportar el vendaval de Marcus Rashford y se vio superado por la electricidad del inglés.
Con Christensen, que salió en el último tercio de partido, el Barça ganó estabilidad en defensa. Y con Balde, también protagonista en el tramo final, el FC Barcelona se volvió más peligroso y dinámico por banda izquierda. Independientemente de esas dos variaciones en el plano defensivo, Xavi Hernández también impulsó cambios de posición que no sirvieron para aprovechar las potencialidades de cada jugador.
Variaciones en defensa y la medular
Ronald Araujo actuó en el lateral diestro y se mostró muy ofensivo --quizás demasiado--, llegando incluso a regatear a uno o dos jugadores para progresar. Algo que, sin duda, no es su especialidad. Tampoco fue bueno para el Barça que Koundé tuviese que lidiar con Weghorst, Rashford y Sancho, entre otros jugadores, en el centro de la zaga. Al francés se le vio nervioso e impreciso, fuera de una zona de confort que hasta ahora era el carril derecho.
Con Jordi Alba actuando casi de extremo, el Barça sufrió en sus carnes los contragolpes de un Rashford que hizo mucho daño en esa banda. Y en el centro del campo, Frenkie de Jong se vio obligado a bajar hasta la línea de centrales para combinar desde atrás e intentar sacar el balón controlado. A veces, muy cerca de Marc-André ter Stegen.
Con Kessié de pivote defensivo, el FC Barcelona no tuvo el equilibrio de otras veces al estar más separado del resto de los centrocampistas. Se notó la ausencia de Busquets, igual que las ya mencionadas de Christensen y Balde de inicio.
Un Barça con sensaciones agridulces
El partido terminó con un 2-2 repleto de sensaciones agridulces. Y con Xavi Hernández sabiendo que el experimento, pese a que buscaba sorprender a Erik Ten Hag y al Manchester United, no le salió del todo bien. De cara a la vuelta en Old Trafford, no se prevé que el egarense vuelva a fantasear. Apostará por lo que tiene, por lo que funciona y en quienes más confía.