Ten Hag reclama la expulsión de un jugador del Barça

El empate (2-2) entre el FC Barcelona y Manchester United ha traído consigo una buena cuota de polémicas arbitrales. Diferentes acciones fueron protestadas por los jugadores de los dos equipos al principal Maurizio Mariani, que está en el foco de las críticas por ciertas decisiones. Esas críticas también provienen de los entrenadores, como es el caso de Erik Ten Hag y su reclamo por la expulsión de un futbolista culé.

Al terminar el mencionado compromiso, el entrenador neerlandés explicó en rueda de prensa que esperaba la expulsión de Jules Koundé en una jugada de la segunda mitad contra Rashford: “Fue una falta clara sobre Marcus, podemos discutir si es dentro o fuera del área, pero es una tarjeta roja... No fue bueno, fue una muy mala decisión”, comentó el técnico”.

Jules Koundé, en una disputa de balón contra Weghourst / EFE

Jules Koundé, en una disputa de balón contra Weghourst / EFE

Esa jugada en cuestión fue una rápida transición del United, en donde el delantero inglés estuvo cerca de quedar mano a mano con Ter Stegen. Pero cayó al suelo por un contacto del central francés, que estuvo al borde de ser expulsado en momento muy delicado del compromiso. Al ser una jugada fuera del área, el VAR no tuvo posibilidad de intervenir para asistir al árbitro italiano, por lo que no existió ninguna sanción.

La polémica arbitral

El arbitraje de Mariani está siendo fuertemente criticado, pero también por algunas decisiones que perjudicaron al FC Barcelona. La primera jugada fue un penalti muy claro sobre Lewandowski, que intentó controlar un balón filtrado al interior del área, sufrió un agarrón clamoroso y prolongado de Raphael Varane, ante la pasividad de los colegiados. Una acción que pudo ser determinante por ser en los primeros 15 minutos del enfrentamiento.

Del mismo modo, hay que recordar la mano de Wan-Bissaka dentro del área en el tramo final del partido y que desde el VAR no consideraron como sancionable. Esa situación provocó el cabreo de Xavi Hernández, que levantó dos dedos de su mano para expresar su descontento por los dos posibles penaltis que no sancionaron a favor del Barça.

El propio entrenador egarense se dirigió a Mariani para tratar de obtener explicaciones sobre algunas de sus decisiones en el partido, pero lo cierto es que terminó con una clara insatisfacción en su rostro. Los dos equipos hicieron méritos para llevarse el triunfo, el problema es que el árbitro tuvo una clara cuota de protagonismo que mancha un poco el resultado final.