El Barça suma y sigue. De tres en tres. El equipo de Xavi Hernández se escapa en la Liga. Ya suma 11 puntos más que el Real Madrid, que tiene un partido pendiente, tras ganar en La Cerámica a un Villarreal en horas bajas. Al líder le bastó con una jugada maravillosa para sumar otra victoria a domicilio. Los números avalan su candidatura al título pero todavía le falta cerrar antes los partidos.
Pedri, a quien Xavi le pide que sea más decisivo, marcó el único gol del partido. No es la primera vez que el centrocampista canario resuelve la faena de un Barça algo menos exquisito pero mucho más pragmático. En la Liga no hay quien meta mano a los barcelonistas, mucho más centrados que el Real Madrid.
Plan muy claro
Xavi Hernández tiene muy claro su plan. Puede cambiar alguna pieza, pero no el dibujo o muy poco. En Villarreal, el técnico de Terrassa apostó de nuevo por un Barça con cuatro centrocampistas, con Kessié como sustituto de Sergio Busquets. La gran obsesión del técnico pasaba por tener la máxima posesión posible.
El Barça se conectó muy rápido al partido. Intenso y con las ideas claras, el grupo azulgrana se encomendó a la garra de Gavi, al talento de Pedri y a los buenos movimientos de Lewandowski para hacerse respetar en la primera media hora.
El gol de Pedri
Pepe Reina, hace dos décadas portero barcelonista, le sacó dos manos a Lewandowski, pero no pudo evitar el gol de Pedri, tras otra providencial intervención del delantero polaco. Era un Barça con aroma de campeón, autoritario y muy disciplinado. El Villarreal no se encontraba cómodo y Setién se quedó sin Coquelin, sustituido por Chukwueze.
La segunda parte fue otra historia. El Villarreal se sacudió sus complejos y fue un equipo mucho más reconocible, del agrado de Setién. El Barça, mucho más presionado, sabía que la mejor manera de defender su renta pasaba por darle continuidad al balón y evitar pérdidas absurdas. También encontraba más espacios el cuadro azulgrana y Raphinha pudo sentenciar el partido, pero no enfocó bien el remate.
Siete goles recibidos
El partido tuvo más ritmo que pausa. El Villarreal proponía un duelo abierto que intentaba evitar el Barça, clarividente en el centro del campo y resolutivo en defensa. Tampoco pasó por grandes apuros Ter Stegen y su equipo solo ha recibido siete goles en 21 partidos, un dato que explica el liderato de un Barça en una Liga que se tiñe de azulgrana.