Su fichaje, el primero que se cerró para el curso actual, no fue ilusionante. Al contrario. Antes de ser presentado oficialmente como nuevo jugador del Barça, se dudaba de su encaje en el equipo tras algunos errores de bulto con el Chelsea, club que abandonó al acabar su contrato. En el equipo azulgrana no tuvo unos inicios fáciles, pero tras el Mundial se ha convertido en una pieza clave para Xavi Hernández por su solvencia.
Thomas Christensen, un fichaje made in Mateo Alemany, llegó al Barça con la carta de libertad, mientras el Real Madrid fichaba a su compañero Antonio Rudiger, mucho más contundente y expeditivo. Parecía que había acerado el club blanco en su elección, pero el futbolista danés es un defensa ha encajado muy bien en el grupo azulgrana.
Las virtudes de Christensen
Como la temporada como teórico suplente, a la sombra de Koundé, Araujo y Eric García, pero no se inmutó. Siempre discreto, Christensen esperó su oportunidad y ha seducido a Xavi con su buena visión del juego, su salida del balón y su sentido de la anticipación. También destaca por su colocación y buena lectura de los partidos.
Con el Barça, Christensen ya ha participado en 10 partidos de Liga, en tres de la Champions, en dos de la Copa del Rey y en otros dos de la Supercopa de España. De momento no ha marcado, pero ya ha dado una asistencia.
Valor de mercado
Christensen firmó un contrato por cuatro temporadas con el Barça y su valor de mercado, según Transfermarkt, es de 30 millones de euros. Su ascenso ha coincidido con la caída de Eric García, cada vez más suplente.
Xavi está muy contento con el rendimiento de Christensen, que juega en el perfil izquierdo. "Ha sido un gran fichaje", recalcó el técnico del Barça, encantado con un futbolista que pierde muy pocos balones y que encaja perfectamente en el modelo Barça. Le sobra clase y no le falta carácter.