Con el mercado de invierno a falta de pocos días para llegar a su clausura, al FC Barcelona le ha surgido una necesidad de última hora. Un desequilibrio en la delantera que podría llevar al club a reforzarse en las próximas horas, en un claro giro de guión, tras haber transmitido por activa y pasiva que la incorporación de algún nuevo futbolista era altamente improbable.
La salida de Memphis Depay, unida a la lesión de Ousmane Dembelé en Girona, dejan a Xavi Hernández con cuatro delanteros disponibles del primer equipo. No es ningún secreto, en esta coyuntura, que el de Terrassa sería partidario de algún refuerzo. Aunque en rueda de prensa, este sábado, asegurase que el Barça no necesita "a nadie más" hasta final de temporada.
Ángel Alarcón todavía está algo verde
La realidad es que, cuando el marcador es ajustado y el equipo rival aprieta, al egarense le cuesta apostar por los jóvenes valores de la cantera. No quiso confiar en Ángel Alarcón en Montilivi --ni ante el Getafe--, en el día que lo tenía más fácil por la ausencia de Lewandowski y Ferran Torres en ataque.
Terminó el partido sin delanteros y metió en el campo a Kessié y Balde por Raphinha y Ansu Fati, en vez de dar la oportunidad a un Ángel Alarcón recién renovado. Esto se puede interpretar como un guiño a la parcela deportiva. El mensaje encubierto de que espera un fichaje este invierno, como ya dio a entender en sus comparecencias a principios de mes.
Lo cierto es que el club azulgrana podría asumir una llegada en forma de cesión, como sucedió el curso pasado con Adama Traoré. Un delantero low-cost que aterrice hasta final de temporada 2022-23, y que luego haga las maletas. Aunque Jordi Cruyff haya manifestado que no cree que haya novedades en el mercado de invierno, da la sensación de que podría darse un giro de 180 grados.
Hay margen económico para una cesión
De momento, esta campaña las palancas y las últimas salidas permiten que en Liga haya Fair Play suficiente para ello. El problema se dará el curso que viene, cuando ya no se pueda depender de dichos ingresos extraordinarios para paliar los efectos del control económico.
No hay que descartar, hasta el cierre del mercado de invierno el próximo 1 de febrero, que pueda llegar un refuerzo inesperado para la delantera. Dembelé estará unas semanas alejado de los terrenos de juego, y es una incógnita saber cómo volverá.
Raphinha, Ansu Fati y Ferran Torres, por otro lado, no están pudiendo ofrecer un rendimiento regular a lo largo de la temporada. Pensar en la llegada de un nuevo futbolista, por tanto, no es una locura siempre y cuando sea viable en términos económicos y de Fair Play.