Parece que en Stamford Bridge se han especializado, en este mercado de invierno, a incorporar a jugadores en la órbita blaugrana. En las últimas horas, el Chelsea ha hecho oficial lo que venía siendo un secreto a voces: la contratación del defensor del Olympique de Lyon, Malo Gusto, que firma hasta el año 2030 y jugará cedido hasta final de temporada en su actual equipo de la Ligue 1.
A sus 19 años, el joven carrilero ha participado ya en la Selección sub-21 de Francia, y sus 15 partidos en la Ligue 1 esta temporada 2022-23 han sido suficientes para que los grandes clubes de Europa se fijen en él. Los detalles económicos de la operación entre Lyon y Chelsea no han sido revelados, pero Sky Sports señala que el conjunto londinense pagará alrededor de 26,3 millones de libras --32 millones de euros-- por el futbolista.
El Barça manejaba muy buenos informes sobre la progresión de Malo Gusto, si bien es cierto que nunca llegó a ser una opción real debido al alto coste que habría supuesto para las arcas del Camp Nou. Se trata de un perfil de vocación ofensiva, con facilidad para centrar y asistir a sus compañeros. En el apartado defensivo aún tiene que pulir algunos aspectos, pero su velocidad le permite recuperar la posición rápidamente y jugar en una defensa adelantada.
Fichajes blues en órbita azulgrana
Gusto es el séptimo fichaje del Chelsea en la ventana invernal, después de que el club londinense fichase en las últimas semanas a Mykhalo Mudryk, Benoit Badiashile, Noni Madueke, Andrey Santos y David Fofana. Todo ello, sin contar la llegada en forma de cesión de Joao Félix.
El atacante portugués del Atlético de Madrid era uno de los grandes anhelos de Laporta para reforzar el ataque culé, aunque una vez más el poderío económico del Chelsea --y las tensas relaciones entre Atlético y Barça-- han propiciado la salida del luso rumbo a la Premier League.
Además de Malo Gusto y Joao Félix, el FC Barcelona también espiaba desde hace meses las evoluciones de Andrey Santos, talento brasileño del Vasco da Gama que fue contemplado como una opción a futuro para el puesto de pivote defensivo. La actual situación financiera del Barça impidió que pudiese competir con el Chelsea, que ha abonado alrededor de 20 kilos por su fichaje.
El Chelsea se venga del Barça
Tres jugadores seguidos de cerca por la parcela deportiva de Mateu Alemany y Jordi Cruyff, por tanto, han acabado en las filas del conjunto blue este mismo invierno. Queda claro que, a día de hoy, las posibilidades culés de incorporar a nuevos futbolistas pasan por otras fórmulas: cesiones y oportunidades de mercado con jugadores que acaben contrato, principalmente.
El Chelsea, de esta manera, se venga indirectamente de lo sucedido el pasado verano, cuando dos futbolistas de su plantilla acabaron recalando en el Camp Nou: Andreas Christensen, con la carta de libertad, y un Marcos Alonso que llegó a bajo coste y acaba de renovar hasta 2024. Sin contar a Dembelé, que interesaba al cuadro londinense pero finalmente apostó por firmar un nuevo contrato con el FC Barcelona.