El FC Barcelona sigue a paso firme en la Copa del Rey. Los culés fueron superiores (1-0) a la Real Sociedad a lo largo de los cuartos de final del torneo copero. La presencia de los cuatro centrocampistas --Busquets, Frenkie de Jong, Gavi y Pedri-- volvió a ser la respuesta de Xavi para afrontar los enfrentamientos más complicados. Su apuesta tuvo éxito por la seguridad del equipo en el trato con el balón, aunque la diferencia definitiva estuvo en las áreas: el gol de Ousmane Dembelé y los brillantes minutos finales de Ter Stegen.
El Barça se gusta con los cuatro medios
Nuevamente Xavi apostó por un equipo plagado de centrocampistas --como ante el Atlético y Real Madrid--, por lo que se vio una versión más dominante del Barça. La presión fue intensa y los jugadores circularon con rapidez el balón, siendo Dembelé una de las figuras más amenazantes de la parcela ofensiva. Los cuatro medios está siendo la respuesta del entrenador en las grandes citas y la respuesta es cada vez más favorable. Fueron varias las veces que el elenco azulgrana consiguió pisar el área, pero faltaba contundencia para abrir el marcador.
El encuentro tuvo un punto de inflexión con la expulsión de Brais Méndez, tras una dura entrada sobre Sergio Busquets. El árbitro principal, Gil Manzano, había señalado que la acción era de tarjeta amarilla, pero el VAR intervino para sacar una merecida roja al atacante de la Real Sociedad. Los dirigidos por Alguacil mostraron una versión más contundente en cuanto a la agresividad y los golpes en los duelos, lo cual sorprende por su estilo característico de dominar los partidos.
Esa superioridad numérica le dio un impulso al FC Barcelona antes del descanso, estando cerca de anotar el primer tanto del partido. La mejor conclusión para Xavi es que el equipo estuvo muy aceitado en cuanto a la movilidad y la rapidez en cada una de las jugadas, siendo lo único faltante el puntazo definitivo de cara al arco contrario.
Dembelé y Ter Stegen hacen la diferencia
Como era de esperarse, el Barça salió con la voracidad para abrir la lata. Dembelé fue el encargado lograr ese objetivo, después de un maravilloso pase de Koundé para romper la resistencia del rival con un potente disparo. El extremo estuvo inspirado a lo largo del compromiso, a tal punto de exhibir una notable precisión en muchas de las acciones que le necesitaron. De esos partidos en los que el jugador sale fortalecido.
El FC Barcelona insistió para aumentar la ventaja y sellar con tranquilidad el partido, pero el acierto en la definición fue la tarea pendiente de los dirigidos por Xavi. Aunque la Real Sociedad, con sus armas, metió un par de sus innecesarios a la defensa culé. que obligaron a Ter Stegen a aparecer nuevamente como el salvador de los suyos. Un tramo final de partido de mucha tensión que no hizo justicia al dominio del Barça. Ahora los culés esperan a conocer a su rival de semifinales, dejando la sensación que son los principales candidatos para ganar la Copa del Rey.