Ousmane Dembelé es un futbolista imprevisible. Capaz de lo mejor y de lo peor. Decisivo si está inspirado y desesperante si tiene un mal día. Contra la Real estuvo lúcido, participativo y activo como siempre. Y decidió la clasificación del Barça para las semifinales con un gol en el que combinó talento y decisión. Fusiló a Remiro. Este temporada, muy dulce para el delantero internacional, suma ya siete goles: cinco en la Liga, uno en la Champions y otro en la Copa del Rey.
El Barça de Xavi recuperó su perfil más pragmático, con cuatro centrocampistas, Dembelé y Lewandowski. El delantero polaco no lo tuvo fácil, rodeado de defensas realistas. El francés, en cambio, se ofreció siempre por la banda derecha, donde contó con la colaboración de Koundé.
Factor clave para Xavi
Dembelé abrió el campo y encaró siempre a su rival. Tenía claro Xavi que el extremo debía ser un factor clave para ganar a una Real Sociedad muy ordenada y con muy buen trato del balón.
Dembelé, en un lance del partido contra la Real Sociedad : EFE
Dembelé, en un lance del partido contra la Real Sociedad : EFE
Desde Sergio Busquets a Pedri, todos buscaron a Dembelé, muy participativo e inteligente en la toma de decisiones.
La primera parte de Dembelé fue meritoria y mucho mejor su arranque en la segunda. A los siete minutos interpretó perfectamente un pase largo de Koundé para batir, sin mucho ángulo, a Remiro.
Ansu Fati le sustituye
Dembelé marcó y siguiendo penalizando a la Real Sociedad, que también tuvo sus opciones para marcar. El francés fue un peligro constante para los donostiarras por su movilidad y uno contra uno.
A seis minutos del final, Xavi sustituyó a Dembelé y dio entrada a Ansu Fati. Al teórico heredero de Leo Messi todavía se le espera en el Camp Nou. Desde sus lesiones no tiene la confianza ni la velocidad de antes. Por suerte, contra la Real al Barça le bastó con encomendarse a Dembelé para ganar y clasificarse para las semifinales. Para Xavi, su segundo título está algo más cerca y puede estar satisfecho por su apuesta por el atacante francés, a quien el club quería liquidar hace un año. Ahora es imprescindible y el Barça ya prepara una nueva renovación.