El Barça sigue vivo en la Copa del Rey, pero jugó con fuego contra el Intercity. Ni el temprano gol de Araujo facilitó una noche tranquila ante un rival muy inferior pero mucho más motivado. Xavi se mostró comedido en la sala de prensa, pero tomó nota de los muchos problemas que evidenció el equipo. Muchos futbolistas quedaron retratados en Alicante.
Salvo el regreso de Araujo, la buena actuación de Pablo Torre y el gol final de Ansu Fati, el Barça acumuló errores y algunos problemas persisten, sin solucionarse. Entre ellos, la integración de Kessié, un futbolista muy físico que sigue sin adaptarse al guión que le pide Xavi. El centrocampista de Costa de Marfil ralentiza el juego y falla muchos balones. Le falta finura.
Bellerín, muy blando
Bellerín es otro fichaje bajo sospecha. El lateral de Calella se mostró muy blando en Alicante. Estuvo inédito, sin aportar soluciones en ataque, el día que dos veteranos, Sergio Busquets y Jordi Alba, estuvieron muy apagados. El capitán parece agotado y el lateral se mostró muy pasivo.
Mucho más fiable para Xavi es Koundé, pero el defensa francés se mostró más fallón de lo habitual. La noche alicantina también castigó a Iñaki Peña, que solo tuvo una parada de mérito. Le marcaron tres goles y Araujo salvó otro.
Problemas en ataque
En ataque, Xavi reconoció que el equipo depende mucho de Lewandowski. El delantero polaco necesita que sus socios aporten más, pero Ferran Torres, Memphis y Dembelé estuvieron muy espesos en el Rico Pérez.
El Barça evidenció también importantes lagunas en defensa. Éric García y Marcos Alonso concedieron demasiadas ocasiones de gol al Intercity. También fallaron Bellerín y Alba.
Xavi necesita soluciones inmediatas. En una semana, el Barça se juega mucho. El domingo visita al Atlético y el jueves se enfrenta al Betis en las semifinales de la Supercopa de España. La otra semifinal la disputan el Real Madrid y el Valencia. El técnico sabe que su equipo ha de mejorar mucho para ganar el próximo domingo el primer título de la temporada. El partido de la Copa del Rey ha evidenciado que el Barça tiene mucho margen de mejora. Demasiado.