La sanción a Lewandowski todavía no es un caso cerrado. El TAD ha confirmado los tres partidos de suspensión, pero el Barça podría presentar un nuevo recurso por considerar excesiva la sanción al delantero polaco.
Lewandowski fue expulsado en el penúltimo partido de Liga que el Barça disputó en el campo de Osasuna. Vio dos tarjetas amarillas. La primera, rigurosa y la segunda por dar un codazo a un rival.
Las interpretaciones
Gil Manzano expulso a Lewandowski, que acabó indignado. Cuando se retiraba del campo se tocó la nariz con el dedo índice. Y la interpretación de su gesto provocó que el Comité de Competición le sancionara con tres partidos. Dos más de los habituales.
En Alemania, el gesto de Lewandowski no es inusual. Es un gesto que significa soberbio o arrogante, pero el árbitro, los diferentes comités y el TAD pueden haber interpretado que le espetó a Gil Manzano que su expulsión "huele mal". O que podría ir drogado, en un caso extremo.
El Espanyol impugna el partido
La sanción de tres partidos indignó al barcelonismo y el club utilizó sus servicios jurídicos para intentar rebajar la sanción a Lewandowski. De momento todo sigue igual, pero el delantero polaco pudo jugar contra el Espanyol, club que impugnó el partido por presunta alineación ilegal.
En un mundo que mueve tanto dinero como el del fútbol, es curioso que una sanción dependa de la interpretación de un gesto. El Barça tiene ahora la posibilidad de presentar un nuevo recurso. En caso contrario, Xavi no podrá contar con el delantero polaco en el campo del Atlético y en los siguientes dos partidos de Liga.