Esos locos bajitos es una canción emblemática que Joan Manel Serrat parió a principios de los 80 para cantar las travesuras de los niños que "jodían con la pelota". El mítico cantautor catalán, que siempre tuvo un vínculo muy estrecho con el FC Barcelona --también es suyo el tema Temps era temps donde cantaba a Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón--, fue inspirador de muchas generaciones y de programas televisivos. A finales de los 90 Antena 3 tomó prestado el nombre de la citada canción para un programa televisivo de humor que presentó Bertín Osborne y que también se llamaba Esos locos bajitos.
El mismo término fue acuñado años más tarde por la prensa deportiva para describir a los cracks del Barça de Guardiola y la generación dorada de la selección española que se coronó con el Mundial de 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012. Hoy, 10 años después de aquel último gran éxito de la Roja y del último año de Guardiola en el banquillo azulgrana, surge la versión evolucionada de los locos bajitos en el Mundial de Qatar.
Busquets, el escudero de todos
Luis Enrique ha recuperado la esencia de lo que simbolizaron Xavi Hernández y Andrés Iniesta con los dos nuevos cracks culés: Pedri y Gavi. Salvando las distancias todavía, pues la comparación con esos dos colosos son palabras mayores a estas alturas, lo cierto es que ambos, protegidos por el mismo escudero que tenían Iniesta y Xavi hace 10 años, Sergio Busquets, comandaron a la Roja y la hicieron volar en el debut contra Costa Rica.
Goleada histórica, sin levantar el pie del acelerador en ningún momento, como reconocía el propio Luis Enrique tras el encuentro. Una actitud que recuerda a la ambición que tenían las Españas de Luis Aragonés y Vicente del Bosque, o al propio Barça de Pep. Equipos que fueron comandados por esos locos bajitos que movían el balón como diablos y mareaban a todos sus rivales, más robustos, pero menos talentosos.
Jordi Alba, brillante
Busquets, el escudero de ambas generaciones, es de los pocos altos. Entonces, Xavi e Iniesta estaban arropados por otros como David Silva, Cesc Fàbregas, Santi Cazorla o el gran David Villa en ataque. Jugadores brillantes de escasa envergadura, como era el caso de Leo Messi en el Barça o del propio Pedro Rodríguez.
Otro que vivió el final de aquellos locos bajitos y formó parte del grupo es Jordi Alba, que todavía se mantiene en el bloque actual y rinde a gran nivel a pesar de las críticas recibidas durante el año. Tanto Alba como Busquets fueron parte de la histórica victoria ante Costa Rica (7-0), siendo el lateral izquierdo uno de los futbolistas más brillantes. Pedri y Gavi comandaron las diabluras, pero fueron decisivos otros jugadores que tampoco destacan por su tamaño, como Dani Olmo, Marco Asensio y Ferran Torres o Carlos Soler y el portentoso Alejandro Balde, que entraron en el segundo tiempo y cumplieron con creces.