La última semana y media no ha sido nada fácil para Sergio Busquets. El de Badia fue altamente criticado por un importante sector de la afición tras los malos resultados obtenidos contra Inter de Milán y Real Madrid, dos partidos en los que el capitán no estuvo a su mejor nivel. Sus errores con balón provocaron goles en contra o situaciones comprometidas, y además llegó tarde al repliegue defensivo en algunos contragolpes rivales que acabaron siendo letales.
Busi era uno de los jugadores en el foco, pero este domingo volvió a recuperar su mejor nivel ante el Athletic. La realidad es que lo tenía todo de cara, porque Xavi Hernández tomó la decisión de fortalecer su posición con la presencia de un nuevo centrocampista en la sala de máquinas. El de Badia estuvo acompañado en el pivote defensivo por Frenkie de Jong --ligeramente más adelantado--, con Pedri y Gavi algo por delante. El segundo, de hecho, estuvo actuando en posición de falso extremo izquierdo y con sólo Dembelé y Lewandowski en el frente de ataque.
El nuevo sistema beneficia a Busi
El FC Barcelona ganó en posesión y control del juego, desarticulando sin problemas cada intentona ofensiva del Athletic Club y, además, matando a los leones al contragolpe gracias a la velocidad de Frenkie de Jong y Ousmane Dembelé --entre otros-- en las transiciones defensa-ataque.
Sin necesidad de correr tanto de área a área, Busquets vivió más tranquilo y pudo dar rienda suelta a sus mejores cualidades, a la hora de sacar el balón controlado desde atrás y recuperar posesiones tras pérdida. De nuevo, volvió a verse una de sus mejores versiones. Así fue como Xavi Hernández buscó protegerle, tanto en lo físico como en lo mental. Sergio Busquets llegará al partido contra el Bayern con sensaciones más positivas que hace unos días, y se prevé que sea titular a pesar de sus últimas malas experiencias ante los bávaros.
Busquets recupera el ánimo
Existe la duda de si Xavi apostará por utilizar ante el conjunto alemán la misma fórmula táctica que contra el Athletic, algo probable teniendo en cuenta el gran rendimiento del equipo este domingo. "Veníamos de una semana difícil, pero nos hemos rehecho bien, hemos hecho dos buenos partidos y seguimos peleando por los puestos delanteros", señaló tras el partido un Busquets optimista.
De cara al compromiso contra el Bayern y la clasificación para octavos de Champions League, el FC Barcelona depende de un milagro. Busquets reconoció que los culés no supieron hacer el trabajo la semana pasada, pero de ahora en adelante el objetivo sigue siendo el mismo: ganar todos los partidos. "Está claro que no hicimos los deberes, sobre todo en el partido del Camp Nou. En Milán ya supimos lo que pasó. Hay decepción por no depender de nosotros mismos. A esperar", remarcó el capitán azulgrana. El miércoles veremos si la buena versión mostrada esta última semana por el Barça tiene continuidad en Europa.