El Real Madrid torea a un Barça que está en crisis

La afición del Real Madrid tenía ganas de venganza. Tras el 0-4 de la pasada temporada, el madridismo soñó con una goleada en la segunda parte, pero su equipo levantó el pie del acelerador y durante algunos momentos temió por la victoria. Hasta el penalti de Rodrygo. Luego se desató la euforia.

El Madrid fue muy superior a un Barça sin ideas, sin chispa, sin nervio. En crisis. En la segunda parte, el grupo de Ancelotti optó por conservar su preciado botín, aunque en las gradas del Bernabéu se escucharon gritos de "olé, olé" cuando el Barcelona, impotente, no encontraba respuestas al mejor juego madridista.

Clásico muy blanco

La solvencia del Madrid contrastó con las dudas del Barça. Intenso el equipo de Ancelotti y acomplejado el barcelonista, la afición blanca vivió uno de los clásicos más plácidos de los últimos años.

Los goles de Benzema y Valverde en la primera parte retrataron las diferencias entre los dos equipos. Jugó con miedo el Barça y el Madrid leyó perfectamente sus complejos, con rápidas transiciones.

Valverde celebra el segundo gol del Real Madrid con Benzema

Valverde celebra el segundo gol del Real Madrid con Benzema / EFE

La afición del Real Madrid disfrutó con los goles y también con los destellos de Vinicius. Y con el pulso que Kroos le ganó a un Busquets decadente. Todo fue muy fácil y plácido para los madridistas.

El cántico del Bernabéu

En el Bernabéu, una vez más, recordaron las Champions que ha ganado el club. El famoso "Cómo no te voy a querer" que siempre suena con mucha fuerza cuando el rival es el Barça, que llegaba tras sumar un nuevo fiasco en Europa.

El Madrid manda en España y en Europa. El Barça ya va a remolque en la Liga y deberá conformarse con jugar la Europa League. Esta es la triste realidad de un club al que Laporta hipotecó y puso en manos del equipo. La apuesta, de momento, no funciona y en el Barça hay muchas tensiones acumuladas que podrían explotar en los próximos días. En el Bernabéu, mientras, los madridistas llegaron ilusionados y se fueron eufóricos. Su Madrid pisoteó al eterno rival.