El Barça se lo jugó todo a una carta en verano. El presidente, Joan Laporta, activó cuatro palancas en verano para renovar una plantilla decadente y puso el club en manos del equipo. Una de sus prioridades pasaba por la venta de Frenkie de Jong, que se negó a ser traspasado, y hoy está muy molesto con su escaso protagonismo en el equipo.

 

Frenkie de Jong es, posiblemente, uno de los futbolistas que está en mejor forma. Cuando juega, lo hace a un nivel muy alto, más desacomplejado que en sus primeras temporadas en el Barça. Sin embargo, no suele ser titular.

El cuarto centrocampista

Xavi tiene claro que Sergio Busquets, Gavi y Pedri son sus centrocampistas favoritos. Y Frenkie es la cuarta opción, aunque puede jugar de mediocentro y de interior.

Frenkie no entinde que Xavi le elogiara la pasada temporada y ahora juegue mucho menos en el Barça. Está dolido, pero se ve capacitado para revertir la actual situación.

Frenkie de Jong, agotado, durante un partido del Barça en la Liga / FCB

Frenkie de Jong, agotado, durante un partido del Barça en la Liga / FCB

El centrocampista neerlandés, además, está muy molesto con Laporta por su insistencia en querer venderlo en el pasado mercado de verano.

La renovación

Frenkie de Jong se enfadó mucho cuando desde el club se aseguró que su última renovación podía ser ilegal. Entre otras cosas porque ayudó al club en un momento muy delicado y aceptó prorrogar su contrato a cambio de cobrar menos en las primeras temporadas.

El coste de Frenkie de Jong, entre salario y amortización, es de unos 42 millones de euros anuales. En los próximos cuatro años, además, debe percibir unos 88 millones de euros en concepto de ficha y Laporta confía en que acepte una rebaja salarial. De momento, los contactos no son muy fluidos, molesto como está el futbolista con el club.