Xavi Hernández mantiene su apuesta por un fútbol bien elaborado y ofensivo. Pero con matices. El Barça de esta temporada es un equipo más directo y físico para poder competir con los grandes clubes europeos. El cambio es evidente y tácticamente no hay un modelo único. El habitual es el 4-3-3, pero Xavi también utilizará el 3-4-3.
Johan Cruyff, fichado como entrenador del Barça en 1988, apostó inicialmente por jugar con tres defensas, cuatro centrocampistas y tres delanteros, modelo que cambió al tradicional 4-3-3 para minimizar riesgos defensivos. Con Xavi, sin embargo, el equipo puede ser igual de contundente.
Las diferencias con Cruyff
El 3-4-3 de Xavi, a diferencia del 3-4-3 de Cruyff, se sustenta en tres centrales muy físicos. Koundé, Araujo y Eric suelen ser los titulares, pero el técnico de Terrassa confía plenamente en Christensen. Con el entrenador neerlandés, la defensa de tres solía estar formado por un central y dos laterales bajitos como Ferrer y Juan Carlos o Sergi Barjuan.
Con Cruyff, los cuatro centrocampistas (por ejemplo, Guardiola, Eusebio, Bakero y Amor) jugaban en rombo, mientras que con Xavi lo hacen en cuadrado. Los dos más ofensivos suelen ser mediapuntas.
Los extremos
Otra diferencia importante radica en el papel de los jugadores de banda. Con Cruyff eran extremos: por ejemplo, Goikoetxea y Begiristain. Con Xavi, uno es más ofensivo (Dembelé) y otro más defensivo (Balde), que puede reforzar la defensa cuando el rival tiene el balón.
El 3-4-3 permite también a Xavi dar más libertad a futbolistas con mucha clase como Ansu Fati y Ferran Torres, que tienen más problemas para desarrollar su talento en un 4-3-3 si tiene que partir de la banda.