Los reencuentros no suelen ser del todo placidos. Al menos así ha sido para un Robert Lewandowski que no ha tenido una noche positiva en su vuelta al Allianz Arena. El ariete polaco no pudo ayudar al FC Barcelona durante la derrota (2-0) contra el Bayern Múnich, a pesar de contar con hasta tres ocasiones importantes a lo largo del partido. Esos fallos eclipsan por completo el encuentro del atacante, que ha intentado de todas las formas liderar el ataque azulgrana.
El poco acierto en el área
La primera mitad fue de un gran dominio del Barça. Los azulgranas fueron intensos en la disputa de balón y agresivos al momento de robar en campo rival. Eso permitió que se dieran importantes ocasiones de gol, como fue el pase de Gavi para el desmarque de ruptura de Lewandowski entre los centrales; sin embargo, su disparo se fue por encima la portería. Esa jugada pudo ser fundamental para el encuentro.
Posteriormente, el experimentado artillero contó con una segunda oportunidad, tras un centro de Marcos Alonso hacia el corazón del área. Lewandowski logró ganar el espacio de gran forma en la disputa contra el central rival. Su cabezazo fue con la fuerza necesaria, pero la dirección favoreció por completo a un Manuel Neuer que solo tuvo que estar firme para despejar el esférico lo más lejos posible.
Antes de llegar el descanso, el polaco tuvo su tercer --y última gran oportunidad-- para plasmar su nombre en el marcador. La jugada en cuestión fue comandada por un mágico Pedri, que dejó un pase inmejorable para la definición del atacante, pero no pudo armar rápido el disparo, lo cual aprovechó Mazraoui para bloquear in extremis el disparo. Una ocasión desperdiciada, de las tantas que se generaron a lo largo de los primeros 45 minutos.
El recibimiento del Allianz
Cada jugada desperdiciada de Lewandowski y las acciones que lograron dominar los defensores sobre el delantero del Barça, fueron celebradas con mucha euforia por parte de la afición del Bayern Múnich. En el tramo final del partido se incrementaron los gritos de los espectadores presentes en el Allianz Arena, que fue un escenario muy incómodo para el ex jugador del equipo bávaro. Un reencuentro que no pudo ser placido, al menos para el nuevo líder del ataque del FC Barcelona.