Raphinha fue uno de los fichajes más sonados del Barça en el mercado de verano. El club que preside Joan Laporta pagó 58 millones de euros fijos y pactó otros siete en variables con el Leeds por un futbolista que ha comenzado con muy buen pie su etapa en el club azulgrana. En Múnich, sin embargo, el basileño estuvo más apagado.
Futbolista con mucho desparpajo, Raphinha nunca se esconde y se aplica en defensa. En el Allianz Arena probó tres remates, sin fortuna, pero tuvo muchos problemas para desequilibrar por las bandas.
Davies, una pesadilla
Raphinha estuvo más desangelado de que de costumbre y, sobre todo, tuvo muchos problemas para frenar a Davies, una auténtica flecha que siempre suele hacerle mucho daño al Barça.
En Múnich se vio la versión más gris de Raphinha. Tardó en cogerle el pulso a un partido muy físico y podría ser suplente el próximo sábado contra el Elche, en el Camp Nou.
Dembelé, también apagado
Raphinha no tuvo su día. Tampoco Dembelé. El extremo francés se apagó totalmente tras una contra que no supo culminar Lewandowski.
En Múnich, al Barça le faltó pegada y desequilibrio por las bandas. El buen juego de la primera parte no tuvo continuidad tras el descanso y el equipo de Xavi se jugará su acceso a los octavos de final de la Champions con el Inter de Milán.