En pocas horas se juega el primer gran partido del FC Barcelona en el actual curso. Los azulgranas, dirigidos por Xavi Hernández, visitan la casa del Bayern Múnich con la ilusión de sumar un histórico triunfo. Para el entrenador egarense se trata de volver a un estadio donde vivió su bronca más dura a cargo del banquillo culé, debido a que hace una temporada sufrió la dolorosa goleada que marcó la eliminación del equipo en la fase de grupos de la Champions League.
La bronca de Xavi
Ese compromiso cerraba la fase de grupos de la edición de la 2021-22. Significaba para el Barça la vida o muerte, porque una victoria implicaba clasificar a los octavos de final y una derrota la caída a la Europa League. En aquella oportunidad el Bayern no tenía nada en juego, pero igualmente no dudó en demostrar su superioridad para aplastar a los culés (3-0) y enviarlos a la segunda competición continental de la UEFA.
Tras ese duro golpe recibido, Xavi no ocultó su bronca en la posterior rueda de prensa, en donde llegó a expresar que “esta es nuestra realidad y me jode, me voy cabreado. No hemos competido”. Palabras que representaron un resumen completo de lo visto por parte del equipo en ese encuentro. A partir de allí, el cuerpo técnico empezó a trabajar con más fuerza la idea de mantener una actitud competitiva y esforzarse en cada partido.
El cambio de cara del Barça
Probablemente dicho partido fue un punto de inflexión para el FC Barcelona. La segunda mitad del pasado curso se evidenció un cambio radical, no solo en el juego, sino también en la energía de los jugadores. La única excepción fue la dolorosa derrota contra el Eintracht de Frankfurt, pero en varios momentos pudo presenciarse un equipo diferente al de la primera mitad.
En esta nueva temporada se espera continuar por ese mismo camino, pero ahora con el añadido del incremento de calidad en varias posiciones, especialmente en ataque con Robert Lewandowski. El entrenador del Barça espera, como mínimo, que sus jugadores muestren esa competitividad que estuvo ausente durante la fase de grupos del año anterior. Una oportunidad para demostrar que esos fantasmas del pasado ya son más que historia.